La piedra en el riñón, también conocida como cálculo renal o litiasis renal, es una enfermedad relativamente común y una de las condiciones médicas que más causa dolor en los seres humanos.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre el tratamiento y la prevención del cálculo renal, abordando los siguientes puntos:
La primera parte de este texto, abordando las causas y síntomas del cálculo renal, puede ser accedido en este enlace: CÁLCULO RENAL | Causas y síntomas.
La crisis de cólico renal generalmente surge cuando una piedra formada en el riñón se mueve y se ve afectada en una región del tracto urinario, obstruyendo el paso de la orina. Esta obstrucción puede ocurrir dentro del propio riñón, pero es más común en los uréteres, el conducto que lleva la orina del riñón a la vejiga.
El cólico renal suele ser un dolor severo, con crisis que duran hasta 60 minutos ininterrumpidos. Hay personas que dicen que el cólico renal es el peor dolor que han sentido en la vida.
El primer paso en el tratamiento del cólico renal es obviamente aliviar el dolor del paciente. Las drogas más usadas son los antiinflamatorios y los opioides (derivados de la morfina).
Una vez que el paciente se encuentre más aliviado del dolor, se debe intentar encontrar la causa del cólico renal. Una radiografía simple de abdomen y una ultrasonografía generalmente son suficientes para localizar la piedra. Si el cálculo ya está al final del uréter, cerca de la vejiga, el mejor examen para detectarlo es la tomografía computarizada.
La ubicación y el tamaño de la piedra son los factores que definen los próximos pasos en el tratamiento del cálculo renal.
Cálculos menores de 5 mm (0, 5 cm), principalmente si se encuentran en la parte final del uréter, habitualmente salen espontáneamente por la orina sin tratamiento. Menos del 20% de los pacientes con piedras menores de 5 mm necesitan alguna intervención médica para retirar su cálculo renal. El cálculo tarda un promedio de 8 a 14 días para ser expulsado. Sin embargo, dependiendo de la ubicación, el tiempo puede ser mayor que 1 mes.
A partir de los 5 mm, cuanto mayor sea la piedra, menor es la probabilidad de que sea eliminada espontáneamente. El 60% de los cálculos renales entre 5 y 7 mm se eliminan sin tratamiento; esta tasa cae a menos del 50% en las piedras con tamaño entre 7 y 9 mm. Ya a piedras grandes, con más de 9 mm solamente el 25% salen espontáneamente, aún así, sólo si ya están en la parte final del uréter. Cálculos mayores que 10 mm (1 cm) ubicados al inicio del uréter, cerca del riñón, no suelen salir solos, pues son hasta 3 veces mayores que el diámetro medio del uréter.
Tratamiento expectante del cálculo renal
Una vez controlada el dolor del paciente y diagnosticado un cálculo renal con menos de 10 mm sin signos de complicaciones, como la hidronefrosis (dilatación del riñón por obstrucción del paso de orina), el paciente puede ser tratado en casa, a la espera de la eliminación espontánea piedra.
Generalmente el paciente es liberado a casa medicado con anti-inflamatorios para controlar el dolor y medicamentos que relajen el uréter, lo que facilita el paso del cálculo hacia la vejiga. Las drogas más usadas para este fin son la Tansulosina (medicamento también utilizado en la hiperplasia benigna de la próstata) o la Nifedipina (medicamento también utilizado para tratar la hipertensión arterial).
Se dirige también al paciente a ingerir bastante líquidos para que un gran volumen de orina ayude a empujar la piedra.
Si el paciente tiene piedras mayores de 1 cm, dolor de difícil control, signos de obstrucción del riñón (hidronefrosis), signos de infección urinaria o si después de 4 a 6 semanas la piedra no ha salido espontáneamente, la evaluación por un urólogo está indicada.
Si el cálculo renal es demasiado grande o si aparecen complicaciones, como infección urinaria o obstrucción del funcionamiento de uno de los riñones, la única manera de tratar al paciente es a través de una intervención médica.
El tratamiento del cálculo renal ha evolucionado mucho a lo largo de los años y hoy existen varias opciones para eliminar una piedra en el tracto urinario.
En general, los métodos más utilizados son:
La litotripsia extracorpórea por ondas de choque (LECO) es actualmente el procedimiento más utilizado, principalmente si la piedra está dentro del riñón o en el ureter proximal (parte inicial, próxima al riñón).
En los casos de piedras muy grandes, mayores de 15 mm (1, 5 cm), o si la piedra está impactada en la mitad inferior del ureter, la litotripsia extracorpórea no puede ser tan efectiva. En estos casos, la Ureterolitotripsia o la Nefrolitotomía percutánea presentan mejores resultados.
Después de cualquier manipulación del ureter, éste puede presentar un grado de edema secundario a la reacción inflamatoria, que por sí solo puede obstruir el paso de orina y de restos de cálculos que aún puedan permanecer. Por eso, se suele insertar un catéter llamado de doble J, o cola de cerdo (pig-tail en inglés), para garantizar la permeabilidad de la vía manipulada.
El catéter presenta los dos extremos en forma parecida a la letra J, de ahí su nombre. El doble J presenta agujeros en su trayecto que permiten el flujo de la orina
Una punta está dentro del riñón y la otra dentro de la vejiga. Por lo tanto, aunque haya obstrucción en algún punto del ureter, independiente de la causa, el doble J garantiza la permeabilidad de la vía urinaria. Este catéter puede permanecer durante varias semanas hasta que el urólogo considere seguro retirarlo.
Después de la colocación del doble J puede haber dolor lumbar y abdominal, ardor al orinar y sangrados en la orina durante algunos días. Si hay fiebre, dolor extinguido o sangrado exuberante con coágulos, se debe contactar con el urólogo para una reevaluación.
El catéter doble J puede quedar en el ureter por 3 a 9 meses dependiendo de su diámetro. En la mayoría de los casos, no es necesario quedarse con el catéter durante tanto tiempo. Cuando el urólogo indica el uso prolongado del doble J, lo ideal es que cada 3 meses el catéter sea reevaluado para estar seguros de que no está obstruido.
La retirada del catéter es un procedimiento simple y realizado por vía endoscópica con un cistoscopio. Entra en la uretra con ese endoscopio y tira del catéter hacia fuera. Si no hay complicaciones como adherencias o desplazamientos del doble J, la retirada es un procedimiento rápido, y la mayoría de las veces, indoloro.
Una vez resuelto el problema del cálculo, ya sea de forma espontánea oa través de una intervención médica, el siguiente paso es intentar identificar la composición de la piedra para que pueda trazarse estrategias para prevenir la aparición de nuevos cálculos renales.
Si el paciente consigue guardar la piedra eliminada, su contenido puede ser analizado en un laboratorio. Pero aunque no sea posible recuperar la piedra expelida, un acompañamiento con el médico Nefrologista está indicado para que, a través de la evaluación de la composición de su orina, pueda buscar problemas que faciliten la formación de cálculos.
Los pacientes que presentan exceso de calcio, oxalato, fósforo o ácido úrico en la orina tienen mayor riesgo de formar piedras. Por otro lado, falta de citrato en la orina o una orina poco diluida también son factores de riesgo. Muchas veces, la corrección de estos cambios en la composición de la orina es suficiente para impedir la aparición de nuevos cálculos.
Si la piedra está compuesta principalmente por ácido úrico, la alcalinización de la orina con bicarbonato o citrato de potasio (Litocit) puede ayudar a disolver la piedra. Esta es la ÚNICA situación en la que disolver piedras es posible.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los cálculos renales se compone de calcio. En estos casos, por desgracia, no hay modo de disolver las piedras ya formadas.
¡TEN CUIDADO! Algunas empresas deshonestas se aprovechan del hecho de que la mayoría de los cálculos salen solos y algunos pueden cambiar de tamaño espontáneamente para vender "productos naturales" como milagrosos. Hay decenas de sitios falsos haciendo apología al uso de sustancias que supuestamente disuelven cálculos renales. Estos tratamientos no son científicamente comprobados. Ninguna Sociedad Internacional de Urología o Nefrología indica el uso de sustancias para disolver cálculos a base de calcio.
¿Quiere una sugerencia para saber si el medicamento contra el cálculo es correcto? Antes de comprar cualquier medicamento "natural" busque su registro en la ANVISA. Si no está registrado, no lo compre. Si está registrado en ANVISA, vea si el registro es sólo como suplemento alimenticio o si el producto tiene autorización para ser utilizado como remedio para el cálculo renal. Muchas empresas registran sus productos sólo como suplemento alimenticio y luego usan este registro para fingir que el medicamento es indicado y aprobado por la ANVISA para tratar diversas enfermedades. En la duda, no compre medicamentos sin la orientación de un médico.
¿Y el té de rompe-piedra?
El famoso té de rompe-piedra no rompe ninguna piedra. Pero parece ser efectivo en la prevención del cálculo renal. Si el paciente ya tiene la piedra de calcio formada, el té funciona tanto como cualquier otro líquido, incluyendo agua. Sin embargo, si se toma con frecuencia, parece disminuir la formación de nuevas piedras, reduciendo la incidencia de cálculos renales.
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