La simplicidad es el lenguaje que proviene del corazón y no comprende ni busca el artificio.
Es la voluntad de respetar el tanto como a uno mismo, llevando una vida donde aceptamos y celebramos todo lo que tenemos, por pequeño que sea.
Podríamos decir que hoy no somos acostumbrados a estos actos de sencillez y humildad
A menudo tenemos aspiraciones muy altas, sueños imposibles y hábitos muy alejados de los actos más puros y elementales que definen la humildad.
Sin embargo, a momento, muchos de nosotros llegamos a un punto donde la visión de la vida cambia.
Queremos deshacernos de nuestras "pieles" para tomar nuestras esencias, nuestros orígenes . Comenzamos a practicar la simplicidad del corazón y nos sentimos felices
Te invitamos a que lo pienses.
La simplicidad no tiene nada que ver con una persona buena o mala. Todos sabemos muy bien lo que es la nobleza y la importancia de actuar con respeto, dignidad y reciprocidad.
Ahora bien, la simplicidad es una dimensión algo compleja, que implica varios actos psicológicos que merecen ser subrayado.

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Es importante definir lo que queremos decir con apego. Los niños, por ejemplo, necesitan sentir apego por sus padres para sentirse amados y seguros.
Conocerse a uno mismo, saber cuáles son los miedos que nos definen, cuáles son nuestras virtudes y dónde están nuestros límites son los caminos más poderosos para la autoaceptación.
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Es común que en algún momento, durante nuestra vida, pasemos por esta capa de humildad.
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Estamos seguros de que a su alrededor, usted tiene más de una persona del alma simple y excepcional que enriquece su vida.
No no los pierdas, porque son luces en la profundidad de la modernidad que a veces son demasiado complejas y sirven de ejemplo e inspiración.
Son guías de riqueza emocional y humildad que iluminan nuestros caminos. . Vale la pena imitarlos.
María Dolores Ballesteros, la mujer mexicana de 80 años que obtuvo su tercer título universitario
María Dolores Ballesteros sueña con hacer mil cosas más en la vida. Es como si sus ojos, sus manos, su corazón y sobre todo su espíritu no fueron suficientes con todos los éxitos obtenidos, con todos los triunfos alcanzados ... ¡Ella quiere más! Si este mexicano de 80 años está en los titulares, no es solo porque obtuvo su título de abogada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UAM), pero porque es la tercera que obtiene.
Cuando nos enamoramos, sentimos que la otra persona es una parte integral de nuestra vida y nunca queremos irnos. A veces, este sentimiento puede convertirse en una necesidad. Por esta razón, es necesario aprender, por más difícil que sea, a amar sin sentir pertenencia o posesión. A veces sucede que amamos tanto una persona que creemos que somos los dueños de su vida al querer dominar todas sus acciones.