La endometriosis es una enfermedad caracterizada por la existencia de tejido uterino en regiones del cuerpo que no el útero, generalmente en la pelvis, ovarios o intestinos. La endometriosis es una condición benigna (no es cáncer) que, sin embargo, puede ser muy debilitante, pues suele estar asociada al dolor crónico e infertilidad.
En este texto vamos a explicar lo que es la endometriosis, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y cuáles son las opciones de tratamiento.
Si usted busca información sobre adenomiosis, lea: ADENOMIOSIS UTERINA - Síntomas y Tratamiento.
El endometrio es una fina membrana que recubre la capa interna del útero. Durante el ciclo menstrual el endometrio sufre transformaciones inducidas por las variaciones hormonales, creciendo y tornándose un tejido rico en vasos sanguíneos. El endometrio crece para ser apto para recibir y nutrir el embrión en caso de embarazo. Cuando el ciclo termina y el óvulo no ha sido fecundado, esa pared espesa del endometrio se desmorona y se expulsa fuera del útero. Este proceso es la menstruación. Para más detalles sobre el ciclo menstrual, lea: CICLO MENSTRUAL | PERÍODO FÉRTIL.
La endometriosis es una enfermedad caracterizada por la aparición de trozos de tejido endometrial fuera de la pared interna del útero. La endometriosis puede acometer vejiga, intestinos, apéndice, vagina, ureter y raramente órganos distantes de la pelvis como pulmones y sistema nervioso central. También pueden surgir tejidos de endometrio en cicatrices quirúrgicas del abdomen y pelvis.
Los lugares más comunes donde ocurren la endometriosis son en orden decreciente:
- Ovarios.
- Regiones alrededor del útero incluyendo el fondo de saco de Douglas y ligamentos uterinos.
- Porción exterior del útero.
- Trompas.
- Regiones finales del intestino.
La endometriosis puede acometer otro lugar diferente al mismo tiempo, pudiendo coexistir en 3 o 4 órganos diferentes.
Este endometrio en lugares atípicos reacciona a los estímulos hormonal del ciclo menstrual exactamente como el endometrio dentro del útero, es decir, sufre proliferación y luego sangra, causando a corto plazo irritación ya largo plazo fibrosis de los tejidos alrededor. Esta característica es la responsable de los principales síntomas de la endometriosis que se discutirán más adelante.
Las causas de la endometriosis aún no se conocen plenamente. Se estima que hasta el 10% de las mujeres tienen la enfermedad. Cerca del 80% de los casos de dolor pélvico crónico en las mujeres son causados por la endometriosis. El grupo de edad más afectado es de 25 a 35 años.
Dependiendo del lugar donde ocurre la endometriosis, la paciente puede presentar un cuadro clínico que varía desde síntoma ninguno, hasta dolor constante e ininterrumpido.
Sin embargo, el síntoma más común de la endometriosis es el dolor asociado al período menstrual, pues, como ya se ha mencionado, así como el endometrio normal dentro del útero, ese pedazo tejido endometrial exterior también sangra al final del ciclo menstrual. La endometriosis es una causa común de dismenorrea secundaria (lea: CÓLICA MENSUAL) Síntomas y tratamiento para entender las dismenorrea).
Si la endometriosis se encuentra en la vejiga, es posible que haya sangre en la orina; si está en los intestinos puede haber sangre en las heces. La presencia de endometriosis en la cavidad abdominal o en la pelvis hace que haya sangrado para esas cavidades, causando intensa inflamación y dolor.
La endometriosis también está muy asociada a la infertilidad, pues los ovarios son uno de los lugares más frecuentemente cometidos, causando inflamación crónica, cicatrización y adhesión de los ovarios y trompas. La endometriosis que acompaña la parte externa del útero también puede llevar a deformidades del mismo y de áreas de la pelvis, haciendo el aparato ginecológico inapto para un embarazo.
Otros síntomas comunes de la endometriosis incluyen la dispareunia (dolor durante la relación sexual), exceso de sangre durante la menstruación, diarrea, estreñimiento intestinal y fatiga crónica.
La endometriosis no es un tipo de cáncer, pero cuando acomete los ovarios, parece aumentar el riesgo de cáncer ovárico. Curiosamente, el uso de píldoras anticonceptivas parece reducir este riesgo.
En muchas mujeres el cuadro clínico de dolor pélvico cíclico es bastante sugestivo, pero insuficiente para establecer el diagnóstico.
Los exámenes de imagen con la ultrasonografía pueden ayudar a descartar otras causas para los síntomas, como tumores, pero también raramente logran cerrar el diagnóstico de la endometriosis.
Para tener certeza del diagnóstico es necesario mirar directamente dentro de la pelvis / abdomen, lo que sólo es posible a través de la laparoscopia, un procedimiento quirúrgico. Durante la laparoscopia es posible buscar por los implantes y biopsia cuando sea necesario.
El tratamiento normalmente se inicia con medicamentos para el dolor, los más usados son los antiinflamatorios (lea: ANTI -INFLAMATORIOS | ACCIÓN Y EFECTOS COLATERALES). Estos medicamentos son sólo sintomáticos y no actúan directamente en la enfermedad.
El uso de anticonceptivos orales ayuda a controlar el ciclo hormonal, reduce los sangrados y, consecuentemente, el dolor.
El GnRH es una hormona que causa una menopausia temporal, impidiendo la liberación de estrógenos y cesando la menstruación. El tratamiento reduce el dolor en el 80% de los pacientes y ayuda a disminuir el tamaño de la endometriosis. Esta droga puede ser usada por hasta 12 meses.
Cirugía para endometriosis
La cirugía es indicada en los casos de dolor severo, gran sangrado, infertilidad o ausencia de respuesta al tratamiento clínico. La cirugía tiene como objetivo la remoción de los tejidos endometriales y fibrosis / adhesiones que puedan existir. Actualmente la cirugía más usada es la laparoscopia.
En casos muy graves, con múltiples implantes de endometriosis, puede ser necesaria la remoción de todo el útero y / o los ovarios.
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