Mature también es capaz de lidiar con lo que nos ha lastimado

Mature también es capaz de lidiar con lo que nos ha lastimado

Madurar no es solo acumular años o ver una arruga ante nuestros ojos cuando sonreímos.

Madurar es resolver dificultades y adquirir esta sabiduría vital con ser más fuerte, más libre y más feliz

El tiempo no es suficiente para sanar heridas o aliviar miedos

A lo largo de los años, hemos acumulado resentimiento hacia algunas personas o temores de a ciertas situaciones que en el pasado nos han perjudicado.

Mature también puede aprovechar este momento cuando enfrentamos nuestros demonios personales y donde somos capaces de sonreír frente a ellos, sin ansiedad .

Es un tipo de sabiduría que todos podemos lograr derribando nuestros miedos y muchas conductas limitantes.

Explicaremos cómo lograr esto.

Maduro, el arte de ser emocionalmente libre

La experiencia de la vida no ocurre sola a los 30, 40, 50 o 70.

Hay personas que, en lugar de tener en sus ojos el resplandor de muchas décadas, Todavía no entiendo lo que está ganando este equilibrio interior y tranquilo que viene con la madurez emocional.

Ahora, es posible que una vez que este momento llegara, te preguntases, pero ... ¿Es necesario sufrir para aprender? No, en absoluto.

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La respuesta es no: no es obligatorio sufrir para aprender.

La felicidad también nos enseña cuáles son las cosas más importantes, aquellas que nos hacen felices y que nos dan un valor real en la vida.

Lo que sucede a menudo es que el sufrimiento nos obliga a reaccionar.

Podríamos definir el dolor emocional como este tránsito que debemos vivir para "nacer de nuevo", para abrir las puertas a las oportunidades después del sufrimiento.

Proponemos pensar en estas dimensiones.

El cerebro no sabe cómo ser feliz

Esta afirmación puede llamar tu atención. El biólogo Estanislao Bachrach, un experto en neuroplasticidad cerebral, nos dice que lo único que le importa a nuestro cerebro es que sobrevivamos.

  • La felicidad es la dimensión a la que aspiramos, generación tras generación.
  • Hasta ahora, en toda esta cadena evolutiva de cambios y mejoras genéticas, no hemos podido encontrar la clave para ser innatamente felices.
  • Nuestro cerebro está más interesado en el hecho de que estamos aprendiendo para sobrevivir.

" No me atrevo a cruzar el rojo porque sé que uno puede estrellarme", "Esta persona me asusta porque sé que me puede hacer daño", "Tengo miedo de volar porque sé que puedo morir".

El miedo garantiza nuestra supervivencia, pero al mismo tiempo nos abre las puertas de nuestra oportunidad de ser felices. un aspecto curioso para reflexionar.

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Para madurar, debemos ser capaces de cambiar

Una de las formas más efectivas de promover la madurez emocional es saber cómo adaptarse a los cambios, y para promocionarlos.

  • Si algo no nos agrada, es mejor dejarlo de lado y buscar algo mejor.
  • Si una situación nos hace infelices, es necesario cambiarla.
  • S hay una actitud en casa que no me agrada y que me impide alcanzar mis objetivos, tendré que cambiarla.

Para madurar, es poder pasar por estas etapas para mejorar personalmente y para liberarnos de esos miedos que, aunque nos permitan seguir vivos, no nos ofrezcas felicidad.

Ahora, usted se estará preguntando por qué las personas tienen tantos problemas para cambiar.

  • Las personas asocian el cambio con el dolor y a nadie le gusta el dolor.
  • El cambio requerirá que desarrollemos ciertas habilidades y estrategias para las que creemos que no estamos preparados.
  • Cambiar siempre va con el miedo, este instinto que nos dice que es mejor quedarse donde estás, incluso si eres infeliz porque, al menos, sobrevives.

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La felicidad es la ausencia de miedo, y por lo tanto, madura, le sonríe a usted que ha lastimado porque no le tiene miedo y no significa nada para usted.

Debemos entender que el cambio es necesariamente traumático. La vida misma es un proceso donde el cambio siempre está implícito.

Solo es necesario dejarse ir, sin resistencia.


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El sexo por afecto, lejos de ser bueno para nosotros, puede dañar aún más nuestra autoestima, porque otros no nos traerán lo que es. Te extrañamos. ¿Alguna vez has tenido sexo por afecto? Al principio, nadie se atreve a verificar que este sea el caso y la respuesta siempre es "no". Sin embargo, esta creencia está más que arraigada en nuestra mente.

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