La hipertensión arterial es una enfermedad más común de la humanidad, afectando a cerca del 20% de la población adulta y más del 50% de los ancianos. Por el hecho de ser un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, y por ser una enfermedad que no provoca síntomas en la mayoría de los casos, la hipertensión recibió el sobrenombre de "asesino silencioso".
Como normalmente no hay síntomas, la correcta medición de la presión arterial es la forma más segura de saber cómo andan los niveles de presión arterial de un individuo. A pesar de ser un procedimiento simple, a menudo, la medición de la presión arterial suele ser hecha de forma incorrecta, incluso por médicos.
En este artículo vamos a abordar las formas correctas de medición de los valores de la presión arterial. Si usted busca más información sobre la hipertensión arterial sistémica, accede a nuestro archivo de texto sobre tema a través de este enlace: ARCHIVO DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL.
Antes de seguir adelante, asista a ese corto vídeo que explica lo que es la hipertensión arterial:
Uno de los errores más comunes a la hora de medir la presión arterial es encontrar que no es necesario preparación alguna antes de la presión ser evaluada. Las situaciones simples y triviales, tales como haber fumado o haber hecho algún esfuerzo físico justo antes de la medición de los valores, pueden provocar elevaciones artificiales de la presión arterial, llevando a una interpretación errada del grado de hipertensión del paciente.
Otro error común es medir la presión arterial más de una vez seguida, sin dar al menos 1 minutos de intervalo entre cada medición.
Las principales directrices internacionales de hipertensión sugieren las siguientes medidas antes de la medición de la presión arterial:
Cualquiera de las situaciones anteriores puede llevar a la medicación de datos incorrectos, sobreestimando el valor de la presión arterial. Una abrazadera pequeña en relación a la circunferencia del brazo, por ejemplo, puede provocar lecturas erróneas, dando valores hasta 30/10 mmHg por encima de lo correcto (por ejemplo, un paciente con presión de 130/80 mmHg puede presentar valores de hasta 160/90 mmHg, si es obeso y la abrazadera es pequeña). La parte de la abrazadera que infla debe cubrir al menos el 40% de la circunferencia del brazo.
Lo opuesto también es real. Pacientes pequeños y con brazos muy finos necesitan una abrazadera menor, de lo contrario sus valores de la presión arterial pueden quedar subestimados.
Hay dos tipos de esfigmomanómetros, llamados popularmente de aparato de presión: manual y automático.
A diferencia de los actuales aparatos automáticos y digitales, que pueden ser manejados por el propio paciente, el clásico esfigmomanómetro manual requiere que otra persona mida la presión del paciente. Esto suele ser un problema, principalmente cuando se trata de ancianos que viven solos o sólo con otra persona mayor. En realidad, cualquier persona puede medir la presión arterial de alguien, sin embargo, un mínimo de entrenamiento es necesario para que el procedimiento se haga de forma correcta.
Para medir la presión arterial con un esfigmomanómetro común, los pasos a seguir son los siguientes:
La presión arterial puede ser diferente en cada uno de los brazos. Los valores de hasta 10 mmHg de diferencia se consideran normales. De la misma forma, a lo largo del día, los valores tienden a alterarse. La presión suele estar más baja inmediatamente al despertar y más alta al final del día. Por eso, el ideal es siempre medir la presión arterial en el mismo brazo y más o menos a la misma hora del día para que los valores puedan ser comparables.
Los aparatos de presión automáticos y digitales ganaron popularidad a finales de los años 1990 y principios de los años 2000. Su gran ventaja es permitir que el paciente pueda medir la propia presión arterial varias veces al día sin necesidad de la ayuda de otras personas.
El procedimiento se vuelve mucho más simple, ya que basta con que el paciente asuma la posición adecuada, coloque el aparato alrededor del brazo y le ordene medir la presión. En cuestión de segundos, el resultado aparecerá en el monitor.
A pesar de ser muy práctico, los aparatos digitales, si no son de buena calidad, pueden proporcionar resultados no muy confiables. Antes de comprar un aparato digital para medir la presión, asegúrese de que el mismo tiene el sello del INMETRO y ha sido aprobado por la Sociedad Brasileña de Cardiología. Actualmente, apenas algunos modelos de las marcas Bioland, G-Tech y Geratherm poseen ambos sellos. Busque siempre la lista de aparatos certificados por la Sociedad Brasileña de Cardiología.
El lugar más indicado para medir la presión arterial, ya sea con el parche manual o digital, es el brazo. No hay preferencia por el brazo izquierdo o derecho. Como la presión en uno de los brazos suele ser ligeramente diferente del otro, sólo para cuestiones de futura comparación, lo ideal es medir la presión siempre en el mismo brazo.
Muchos aparatos digitales están hechos para medir la presión arterial en la muñeca. La medición en el puño no es tan confiable como la del brazo, pues la posición del mismo durante la medición es capaz de alterar los resultados. Para que la calibración sea correcta, el puño debe estar apoyado en una mesa a la misma altura del corazón. Si el brazo está hacia arriba o hacia abajo, los resultados no serán válidos.
Hay también en el mercado aparatos automáticos que miden la presión en el dedo. Estos aparatos no son confiables, ya que la presión arterial en las extremidades del miembro superior es diferente del resto del cuerpo.
Como se mencionó anteriormente, el antebrazo es una opción para pacientes obesos, no debiendo ser la primera opción si el paciente tiene un brazo con circunferencia menor a 40 cm.
En casos excepcionales, la presión arterial se puede medir en el muslo o en la pantorrilla, pero generalmente esto sólo es necesario en pacientes que presenten algún impedimento en los miembros superiores.
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