La infección por el papilomavirus humano, más conocida por la sigla HPV, es la enfermedad de transmisión sexual más común en el mundo.
La forma de presentación clínica del VPH depende del estado inmunológico del paciente y del subtipo del VPH por el que se ha infectado. Algunas personas con HPV pueden no desarrollar señal o síntoma alguno; algunos individuos desarrollan verrugas genitales, mientras que otros presentan alteraciones a nivel celular que pueden predisponerlas a tener ciertos tipos de cáncer. Prácticamente todos los casos de cáncer de cuello de útero y un gran porcentaje de los casos de cáncer anal y de pene están relacionados con la infección por el VPH.
En este artículo vamos a atenerse a dos simples preguntas:
1- ¿Una persona infectada por el virus VPH puede quedar curada?
2- ¿Hay tratamiento para las infecciones causadas por el virus VPH?
¿El VPH tiene cura? La respuesta a esta pregunta no es tan simple como parece, ya que puede ser sí o no, dependiendo de cómo interpretar la pregunta.
Hay diferencia entre curar el VPH y curar las lesiones provocadas por el VPH. Por lo tanto, para llegar a la respuesta correcta, es necesario antes explicar cómo actúa el VPH y cómo es la evolución natural del papilomavirus dentro de nuestro organismo.
Para resumir lo que será explicado a lo largo de este artículo, podemos hacer tres afirmaciones:
El VPH es un virus que tiene más de 150 subtipos diferentes. No todos son capaces de causar cáncer y no todos atacan la región genital. Algunos subtipos del HPV, como los HPV-1, HPV-2 y HPV-4, están restringidos a la piel, causando verrugas simples en las manos, pies, rodillas y codos. En estos casos, la transmisión del VPH no es por vía sexual.
Quien tuvo verruga en la infancia sabe que, en la mayoría de los casos, la lesión desaparece con o sin tratamiento después de cerca de 1 o 2 años. Las nuevas verrugas pueden aparecer a lo largo de los años, pero, en general, al llegar a la fase adulta, la mayoría de las personas ya no están contaminadas con ningún subtipo de VPH que provoca verrugas en la piel. Sólo el 10 a 15% de los pacientes con verrugas comunes son adultos.
Es importante destacar que la mayoría de las personas que se contaminan con los subtipos del VPH responsables de la aparición de verrugas no desarrollan verrugas. El paciente se contamina, no desarrolla ningún síntoma y después de 1 o 2 años su sistema inmunológico se libra del virus sin que el individuo ni siquiera haya tomado conocimiento de la infección.
Por lo tanto, existe cura para el VPH que provoca verrugas en la piel, y es espontánea en la gran mayoría de los casos. En los pacientes que desarrollan verrugas, el tratamiento con medicamentos ayuda a acelerar el proceso de eliminación de la verruga en sí, pero no elimina el VPH del organismo.
Es importante destacar que una pequeña parte de los individuos permanecen teniendo verrugas durante la vida adulta. Son personas cuyo sistema inmunológico no puede deshacerse del VPH. En estos individuos, no hay cura para el VPH. Lo que se puede hacer es tratar individualmente cada verruga que surge, si éste es el deseo del paciente, ya que la verruga en sí no causa ninguna complicación más allá del indeseable efecto estético.
Así como existen subtipos del VPH que causan verrugas en las manos y en los pies, existen también varios subtipos del VPH que son responsables del surgimiento de verrugas en los órganos genitales. También se denomina condiloma acuminado, estas verrugas son causadas por subtipos del VPH transmitidos sexualmente y pueden acometer el pene, uretra, nalgas, ano, vagina y regiones próximas en el perineo.
Varios subtipos de HPV pueden causar verrugas genitales, pero cerca del 90% de los casos se debe a sólo 2 subtipos: HPV-6 y HPV-11. Afortunadamente, estos dos subtipos tienen un bajo potencial de generar cáncer.
Así como ocurre en las verrugas simples, la mayoría de las infecciones por el VPH que provoca verrugas genitales es subclínica. Alrededor del 80 al 90% de los pacientes quedan libres del VPH de forma espontánea después de 1 o 2 años, y muchos ni siquiera saben que estuvieron infectados, pues no llegaron a desarrollar verrugas aparentes.
Hay, sin embargo, casos en que el paciente desarrolla una o más verrugas genitales clínicamente aparentes y permanece con ellas por varios años. Entre los pacientes que se contaminan con el VPH y desarrollan verrugas, la tasa de remisión espontánea para cada verruga es de 30 a 40% dentro de 6 meses a 1 año. Sin embargo, la desaparición de la verruga no significa necesariamente la eliminación del VPH del organismo. Por lo tanto, la tasa de recurrencia es alta.
En la mayoría de los casos, la verruga genital es un problema estrictamente estético. El riesgo de evolución para el cáncer es bajo en la mayoría de los subtipos de VPH y los síntomas como dolor, picazón u obstrucción del canal anal o vaginal son inusuales. Si el paciente opta por el tratamiento es importante recordar que los medicamentos actúan sólo contra las verrugas y no tienen efecto sobre la presencia del virus en el organismo. Por lo tanto, la tasa de recurrencia de las verrugas genitales llega a ser del 30% dentro del período de 1 año. En general, el objetivo es ir tratando las verrugas hasta que el organismo del paciente pueda eliminar el VPH definitivamente. En algunos casos esto ocurre, en otros no. Depende del grado de competencia del sistema inmunológico de cada uno.
Para saber más sobre el tratamiento de las verrugas simples y de las verrugas genitales, lea: VERRUGAS COMUNES | VERRUGAS GENITALES.
Por lo tanto, existe cura para el VPH que provoca verrugas genitales, y es espontánea en muchos casos.
El tratamiento de las verrugas con medicamentos ayuda a acelerar el proceso de eliminación de la verruga en sí, pero no elimina el VPH del organismo. En algunos casos, sin embargo, el sistema inmunológico del paciente no es capaz de eliminar el VPH de forma definitiva, y una infección permanente puede ocurrir. En estos casos, aunque cada verruga individualmente pueda ser curada, nuevas lesiones siempre pueden surgir, ya que el virus sigue presente en el organismo.
Algunos subtipos de VPH, principalmente los HPV-16 y HPV-18, están relacionados con la aparición del cáncer cervical. El HPV-16 es responsable del 50% de los casos y el VPH-18 por alrededor del 20%.
Así como ocurre en los otros casos de infección por el VPH, los subtipos que pueden causar cáncer de cuello uterino también suelen desaparecer espontáneamente en los primeros 2 años de infección. Incluso en las pacientes que ya presentan lesiones pre-malignas del cuello del útero, llamadas de neoplasia intraepitelial cervical (NIC), la tasa de regresión espontánea de la lesión y curación del virus es bastante alta.
Los casos de cáncer de cuello de útero ocurren en las pacientes que tienen un subtipo más agresivo (HPV-16 u HPV-18) y cuyo sistema inmunológico no puede eliminar el virus a corto / mediano plazo. En general, son necesarios alrededor de 10 a 20 años de infección para que el Papilomavirus humano pueda provocar el parecimiento de un cáncer de cuello de útero.
Los pacientes que a largo plazo no pueden verse libres de los subtipos peligrosos del VPH deben hacer acompañamientos cada 6 meses o 1 año con el ginecólogo. Si hay signos de evolución de la lesión pre-maligna, la región con riesgo de desarrollo del tumor debe ser extirpada quirúrgicamente.
Una vez más, es importante subrayar que la excisión de la lesión cura la neoplasia intraepitelial cervical (lesión premaligna), impidiendo que la misma evolucione hacia un cáncer, pero no afecta en nada al estado del VPH en el organismo. La paciente debe seguir siendo monitorizada para que, en caso de que se presenten nuevas lesiones pre-malignas, puedan ser tratadas precozmente.
Hablamos más sobre la relación entre el VPH y el cáncer de cuello de útero en el siguiente artículo: HPV | CÁNCER DEL COLO DEL ÚTERO.
Podemos concluir que, independientemente del subtipo, la curación del VPH sólo ocurre de forma espontánea. No existen tratamientos o remedios que ataquen directamente el virus, eliminándolo del organismo. Por otro lado, las lesiones provocadas por el VPH, ya sean verrugas o neoplasias premalignas, pueden ser curadas a través de una serie de tratamientos, que varían desde la aplicación local de sustancias hasta la excisión quirúrgica de la lesión. Sin embargo, como estos tratamientos no atacan directamente el virus, las lesiones pueden surgir nuevamente con el paso de los años.
Por lo tanto, la infección por el VPH da razón al famoso dictado que dice que prevenir es mejor que curar. En el caso del VPH, ya existe una prevención efectiva, que se realiza a través de la vacunación. La vacuna contra el VPH previene la infección contra los subtipos más peligrosos (lea: VACUNA CONTRA HPV | Eficacia, efectos e indicaciones.
No deje de asistir también a ese corto vídeo, producido por el equipo del MD.Salud, que explica de forma simple la vacunación contra el VPH.
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