HEMORROIDA - Causas, Síntomas y Tratamientos

HEMORROIDA - Causas, Síntomas y Tratamientos

Las hemorroides son venas dilatadas e inflamadas en el ano y recto, que pueden causar dolor, picazón y sangrado anal. La hemorroida puede ser interna, cuando se oculta dentro del recto, o externa, cuando es fácilmente identificable alrededor del ano. El tratamiento depende de diversos factores, pudiendo ser desde simples pomadas hasta cirugías.

En este artículo vamos a explicar lo que son las hemorroides, cuáles son sus principales causas y qué hacer para evitarlas. Vamos a hablar también sobre los síntomas, las diferencias entre la hemorroida interna y externa, sobre las formas de diagnóstico y las opciones de tratamiento, ya sea a base de medicamentos o mediante cirugías.

¿Qué es la hemorroida?

La porción terminal del intestino está compuesta por el recto, el canal anal y el ano. Como en cualquier otra parte de nuestro cuerpo, esta región final del tracto digestivo es vascularizada por arterias y venas, que reciben el nombre de arterias y venas hemorroidarias, respectivamente. Hemorroida es el nombre dado a este conjunto de vasos que se encuentra en la región del canal anal. Lo que es popularmente conocido como hemorroida es, en realidad, llamado en medicina de enfermedad hemorroidaria.

La mayoría de nuestras venas contienen válvulas que ayudan a la sangre a seguir siempre en una misma dirección, impidiendo su retorno, incluso cuando contra la gravedad. Por ejemplo, la sangre en las venas de la pierna corre siempre contra la gravedad. Gracias a las válvulas, él consigue subir sin quedar atrapado en las piernas. Cuando las venas se enferman y sus válvulas paran de funcionar, surgen las varices, que son venas tortuosas donde la sangre se congestiona (lea: VARIZES - Causas y Tratamiento).

A diferencia de las venas del resto del cuerpo, las venas hemorroidales no poseen válvulas para impedir la represión de sangre. Por lo tanto, cualquier aumento de la presión en esas venas propicia su ingurgitación. Las hemorroides son como varices de las venas hemorroidales. Así como en cualquier variz, la sangre presa aumenta el riesgo de trombosis e inflamaciones de las venas.

Por lo tanto, las hemorroides (o enfermedad hemorroidaria) son dilataciones de las venas del recto y del ano, que pueden venir acompañadas de inflamación, trombosis o sangrado.

Cerca del 5% de la población sufre este problema. En Brasil, se estima que cerca de 2 millones de personas tienen hemorroides.

Clasificación de la enfermedad hemorroidaria

La enfermedad hemorroidaria se puede dividir en:

  • Las hemorroides internas: cuando se producen en el recto.
  • Las hemorroides externas: el ano cuando se producen o al final del canal anal.

Las hemorroides internas se clasifican en cuatro grados:

  • Grado I: no prolapen a través del ano.
  • Grado II: prolapen a través del ano durante la evacuación, pero lo retornan a su posición original espontáneamente.
  • Grado III: prolapen a través del ano y sólo regresan hacia adentro con ayuda manual.
  • Grado IV: están prolapas a través del ano y el retorno no es posible ni con ayuda manual.

Las hemorroides internas grado I no son visibles y los grados II normalmente pasan desapercibidos por los pacientes, ya que nadie se queda mirando al ano mientras se defeca. Como el recto y el canal anal tienen poca inervación, este tipo de hemorroida no suele causar dolor.

Las hemorroides externas, así como las internas grado III y IV, son fácilmente identificadas y suelen inflamarse, causando dolor y / o prurito (picor).

Principales causas de la enfermedad hemorroidaria

La enfermedad hemorroidaria es un trastorno muy común. Se estima que más de la mitad de la población por encima de los 50 años sufre este problema en grados variables.

Los principales factores de riesgo son:

  • Constipación intestinal (estreñimiento).
  • Esfuerzo para evacuar.
  • La obesidad.
  • Diarrea crónica.
  • Sostener las heces con frecuencia, evitando defecar siempre que hay voluntad.
  • Dieta pobre en fibras.
  • El embarazo.
  • Sexo anal.
  • Historia familiar de las hemorroides.
  • Fumar.
  • Cirrosis hepática e hipertensión portal.
  • Se tardan largos períodos sentados en el inodoro (hay quien cree que el propio diseño de los vasos sanitarios propicia el surgimiento de la enfermedad hemorroidaria).

El hábito de evacuar agachado, muy común en Oriente Medio y Asia, está asociado a una menor incidencia de hemorroides. Por otro lado, evacuar sentado, como la mayoría de nosotros habitualmente hace, parece aumentar su incidencia.

Independiente de los factores de riesgo, las hemorroides se forman cuando hay aumento de la presión en las venas hemorroidales o debilidad en los tejidos de la pared del ano, responsables por la sustentación de las mismas.

Síntomas de las hemorroides

Las hemorroides pueden ser sintomáticas o no. Como ya se ha dicho anteriormente, las hemorroides internas tienden a ser menos sintomáticas. El único signo indicativo de su existencia suele ser la presencia de sangre alrededor de las heces al evacuar.

El sangrado de las hemorroides se presenta típicamente como una pequeña cantidad de sangre viva que se encuentra alrededor de las heces. A veces, el paciente puede notar gotas de sangre en el inodoro después del término de la evacuación. Es común que haya sangre en el papel higiénico después de la limpieza.

Las hemorroides internas pueden causar dolor si surge una trombosis o cuando el esfuerzo crónico para evacuar causa el prolapso de la hemorroida hacia el canal anal. Las hemorroides internas grado III y IV pueden estar asociadas a la incontinencia fecal ya la presencia de un flujo mucoso, que provoca irritación y picor anal.

Las hemorroides externas son, por regla general, sintomáticas. Están asociadas a sangrados y dolor al evacuar y al sentarse. En casos de trombosis, el dolor puede ser intenso. El prurito es otro síntoma común. Las hemorroides externas siempre son visibles y palpables.

A pesar de ser una causa común de hemorragia anal, es importante nunca asumir que el sangrado es debido a la enfermedad hemorroidaria sin antes consultar a un médico. Varias enfermedades, como la fisura anal, el cáncer del recto, la enfermedad diverticular e infecciones también pueden manifestarse con sangre en las heces. Además, nada impide que el paciente tenga hemorroides y otra enfermedad que también curse con sangrado anal, como un cáncer, por ejemplo. Por lo tanto, todo sangrado anal debe ser evaluado por un médico, preferiblemente proctologist.

El sangrado de las hemorroides suele ser de pequeña cantidad, pero, ser frecuente, puede incluso llevar a la anemia por carencia de hierro. Los sangrados de gran volumen no son comunes, pero pueden ocurrir en algunos casos.

Un diagnóstico diferencial importante de las hemorroides es la fisura anal. Ambas causan dolor y sangrado, pero el sangrado de la fisura suele ser menor y el dolor al evacuar más intenso.

Para complementar la información de este texto, vea imágenes reales de hemorroides haciendo clic en este enlace: FOTOS DE HEMORROIDAS.

Las hemorroides pueden convertirse en cáncer?

¡NO! HEMORROIDES que no se ve el cáncer! Sin embargo, los síntomas pueden ser parecidos a los tumores intestinales, principalmente en los cánceres del recto y el ano. Por lo tanto, es importante establecer el diagnóstico diferencial, especialmente en pacientes mayores de 50 años. Reforzar la recomendación: todo sangramiento anal debe ser evaluado por un médico.

¿Cuál es el médico especialista que debo buscar?

El médico especializado en diagnosticar y tratar la hemorroida es el proctólogo, actualmente llamado coloproctólogo. La coloproctología es una especialidad médica y quirúrgica, responsable de las enfermedades del intestino grueso, intestino delgado, recto y ano. Además de las hemorroides, el coloproctólogo también suele tratar: fisuras anales, abscesos perianales, fístulas perianales, quiste pilonidal, prolapso rectal, constipación, incontinencia fecal, tumores benignos y malignos del colon, intestino delgado o recto, enfermedad diverticular del intestino y enfermedades inflamatorias intestinales .

Diagnóstico de la enfermedad hemorroidaria

En las hemorroides externas, el examen físico es suficiente para el diagnóstico. En las internas es necesario realizar el toque rectal y, si aún hay duda, la anuscopia (una mini endoscopia donde se visualiza el recto por vídeo).

En pacientes ancianos con sangrado por el recto, aunque se identifique enfermedad hemorroidaria, es conveniente realizar la colonoscopia para descartar otras causas. Como las hemorroides son muy comunes en este grupo de edad, nada impide que el paciente tenga una segunda causa para el sangrado, como un cáncer del intestino o un divertículo.

Hemorroida tiene cura?

Sí, hay varias opciones terapéuticas que pueden curar definitivamente las hemorroides. Procedimientos como la ligadura elástica, escleroterapia, coagulación infrarroja, hemorroidectomía y THD suelen ser eficaces en el tratamiento de la enfermedad hemorroidaria.

Vamos a hablar un poquito sobre las opciones de tratamiento más populares.

Tratamiento de las hemorroides

El tratamiento de la enfermedad hemorroidaria puede ser dividido entre tratamiento conservador, que se hace a base de pomadas, remedios, dieta y baños de asiento, o tratamiento quirúrgico, que se puede hacer en el propio consultorio o en un centro quirúrgico apropiado. En la mayoría de los casos de hemorroides externas y de hemorroides internas grado 1 o 2, el tratamiento se realiza inicialmente de forma conservadora, sin la necesidad de cirugía.

Vamos a revisar a continuación las principales opciones de tratamiento para las hemorroides.

1. Tratamiento conservador - Remedios, pomadas y dieta

El tratamiento conservador de las hemorroides puede dividirse en 3 modalidades: medicamentos (comprimidos o pomadas), medidas generales y dieta. Vamos a hablar brevemente sobre cada una de ellas:

Medidas generales y tratamiento casero

Durante las crisis, los baños de asiento con agua tibia, de dos a tres veces al día, pueden traer alivio a los síntomas agudos. En las embarazadas sugerimos compresas húmedas tibias.

En caso de dolor, las compresas heladas también pueden ofrecer alivio. Tenga cuidado de no provocar quemaduras por frío en la región del ano.

Se debe también evitar limpiar el ano con papel higiénico, dando preferencia al bidé oa chorros de aguá tibia. No frotar el ano a la hora de la higiene es parte importante del tratamiento.

Evite quedarse mucho tiempo sentado en el inodoro. También es importante no sostener las heces cuando la voluntad de evacuar surge.

El paciente debe intentar a toda costa no rascar el ano, ya que la fricción puede causar más lesiones.

Las prendas largas y la base de algodón son las preferidas, pues son frescas y disminuyen la humedad local.

Dieta para quien tiene hemorroides

Beber bastante agua es importante, pues ayuda a humedecer las heces, disminuyendo el estreñimiento y la fricción que el paso de las heces provoca en el recto y el ano.

El aumento del consumo de fibra comprobadamente mejora los síntomas. Los resultados se pueden notar con apenas 15 días de cambio de la dieta. El uso de suplementos a base de metilcelulosa o psyllium presenta buenos resultados.

Atención, el uso de fibras no trata la enfermedad hemorroidaria, pero ayuda en el control de los síntomas, principalmente la picazón y el sangrado.

Evitar alimentos picantes es un consejo muy famoso para quien tiene hemorroides, sin embargo, no hay pruebas de que la pimienta o cualquier otro alimento picante realmente agrave los síntomas.

La respuesta a los alimentos picantes parece ser muy individual. Hay pacientes con hemorroides que comen pimienta a voluntad y no sienten ningún empeoramiento, mientras que otros jura que un poquito de pimienta es suficiente para "irritar" sus hemorroides. Es probable que el efecto placebo tenga peso importante en esa relación (lea: EL INCRIBE EFECTO PLACEBO).

Otra sugerencia común, pero que también carece de evidencias científicas, es evitar el café o bebidas cafeinadas. En realidad, en algunas personas, el café tiene efecto de acelerar el transito intestinal, lo que puede incluso facilitar la evacuación.

Pomadas y remedios para hemorroides

En las personas con constipación intestinal, laxantes entonces indicados para disminuir la necesidad de hacer fuerza al evacuar. El paso de heces muy voluminosas y endurecidas puede causar lesión en las hemorroides.

Las pomadas y cremas, como Proctyl, Proctosan o Xyloproct, se pueden utilizar temporalmente, ya que sirven de lubricante para el paso de las heces y contienen anestésicos en su fórmula.

Algunas pomadas, como Ultraproct, también contienen corticoides, lo que ayuda a "secar" la hemorroida ya disminuir la inflamación. Sin embargo, las pomadas que contengan corticoides no deben usarse durante más de 7 días seguidos, ya que pueden causar atrofia de la mucosa anal, favoreciendo la aparición de nuevas heridas.

El alivio con cremas o pomadas es sólo temporal y no debe usarse sin orientación médica.

Los sueros con corticoides (el Ultraproct también existe en forma de supositorio) son otra opción cuando hay mucho dolor o picor, pero es un tratamiento que no debe ser usado por más de una semana debido a sus posibles efectos colaterales (lea: PREDNISONA Y CORTICOIDES - Indicaciones y efectos colaterales).

De los medicamentos para las hemorroides en pastillas, el que parece tener mejor efecto es el Daflon. Sin embargo, sólo mejora los síntomas, no trata definitivamente la enfermedad. Otros medicamentos, como el Varicell, no presentan eficacia comprobada.

En general, los pacientes buscan mucho la ayuda de pomadas, cuando, en realidad, el baño de asiento y el cambio de la dieta suelen tener eficacia similar por un costo mucho menor y con menos riesgos de efectos colaterales.

2. Opciones de tratamiento mínimamente invasivo

Si el tratamiento conservador no es suficiente para controlar los síntomas de las hemorroides, los tratamientos mínimamente invasivos pueden ser tentados. En estos casos, el tratamiento puede ser realizado en el propio consultorio del proctólogo.

a. Ligadura elástica

En casos más graves, que no se pueden controlar con medidas simples, puede ser necesaria la laceración elástica de la hemorroida. A través de la anuscopia, un caucho se introduce en la base de las hemorroides, causando estrangulamiento y necrosis de las mismas. Después de unos días, generalmente entre dos a cuatro, la hemorroida "cae", saliendo sola por el ano junto con el elástico. Es una técnica que se puede hacer en el propio consultorio del proctólogo. Suele ser indoloro y muchas veces no se usa ni anestesia. La ligadura elástica está indicada para hemorroides de grado I y II. Eventualmente, se puede utilizar en algunas hemorroides grado III. Es la técnica más utilizada actualmente y presenta una tasa de éxito del 80%.

La ligadura elástica no es una opción para hemorroides externas, pues, en este caso específicamente, el tratamiento causa intenso dolor.

b. escleroterapia

Otra opción para el tratamiento de las hemorroides es la escleroterapia. Esta técnica consiste en la inyección, a través de una aguja larga, de una solución química que causa necrosis de las hemorroides. La sustancia inyectada causa una intensa inflamación y hace que la hemorroida se seque y se absorbe.

La escleroterapia también se realiza con la ayuda de la anuscopia y no necesita anestesia, ya que es indolora.

c. Coagulación infrarroja

Una tercera opción es la coagulación por infrarrojo, también llamada, equivocadamente, de coagulación láser. Así como las técnicas anteriores, la coagulación por infrarrojo se realiza con la ayuda de la anuscopia y consiste en la aplicación directa de ondas de infrarrojo en las hemorroides. El calor generado por esas ondas queman la lesión y provocan retracción de las hemorroides.

De las tres técnicas citadas arriba, la ligadura elástica es la que presenta los mejores resultados para hemorroides internas grados I, II y III.

3. Tratamiento quirúrgico para las hemorroides

Si los síntomas de la enfermedad hemorroidaria persiste, a pesar de las medidas conservadoras o mínimamente invasivas, la intervención quirúrgica debe indicarse. Además de los casos de fallo de las técnicas más simples, la cirugía también está indicada en los pacientes con hemorroides grado IV o en aquellos que tienen hemorroides internas estranguladas. La cirugía también puede ser necesaria para las hemorroides grado III sintomáticas o para los pacientes que se presentan con hemorroides trombadas.

hemorroidectomía

La cirugía tradicional para la remoción de la hemorroida se denomina hemorroidectomía. Hay dos técnicas populares:
1. Milligan Morgan o Ferguson, que es una cirugía hecha bajo anestesia peridural, que quita todo el tejido alrededor de la región con enfermedad hemorroidaria;
2. Técnica de Largo, que usa un dispositivo para realizar el grapado de las hemorroides.

La técnica de Longo es más moderna y suele ser más tolerada por el paciente, pues su postoperatorio es mucho menos doloroso.

THD para el tratamiento de la enfermedad hemorroidaria

Una nueva opción de tratamiento para las hemorroides es la hemorroidal desarterialização anal trans guiada por Doppler (THD), una técnica creada en 1995 y perfeccionado en los años. La técnica consiste en la introducción de un pequeño aparato de doppler (ultrasonido) en el ano para identificación de las arterias hemorroidarias; a través de una pequeña aguja estas arterias se suturan para reducir el flujo de sangre que llega en las regiones donde existen las hemorroides. Al llegar menos sangre, la presión dentro de las hemorroides disminuye, haciendo con ellas "sequen".

La técnica THD no tiene cortes y el riesgo de sangrado es muy bajo. El postoperatorio es menos doloroso que en las técnicas con cortes y hay bajo índice de recidivas de las hemorroides. El tiempo de recuperación es más corto y el paciente puede volver a las actividades normales en 48 horas. El procedimiento se realiza con anestesia local y una leve sedación.

El THD es una técnica relativamente nueva y aún no hay trabajos que comparen su eficacia a largo plazo con las técnicas más antiguas, pero la tendencia es que se transforme en el método de elección en el tratamiento de las hemorroides.


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