Los momentos de desánimo y tristeza ocurren con todo el mundo y forman parte de la vida. El problema surge cuando este sentimiento de vacío cuesta a desaparecer, entorpeciendo sus actividades habituales y quitándole el placer de vivir.
Si los eventos sociales y amigos ya no le interesan como antes, usted está agotado todo el tiempo, se siente inútil y la simple espera por el paso del día es algo intolerable, usted puede estar sufriendo síntomas de la depresión.
En este artículo vamos a abordar los principales síntomas de la depresión, incluyendo los tipos conocidos como depresión mayor, distimia y depresión reactiva.
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La depresión es una enfermedad que puede manifestarse de maneras diferentes y con severidades distintas. Hay varios tipos de depresión, siendo las más comunes la llamada depresión mayor (depresión mayor) y la depresión crónica, también conocida como distimia. Otros tipos de depresión comunes son el trastorno bipolar, depresión estacional, depresión reactiva, depresión atípica, depresión posparto y depresión minor.
La extrema tristeza es el síntoma de la depresión más típica, aunque la enfermedad puede causar varios otros síntomas físicos y psicológicos. La principal característica de la depresión es el hecho de que los síntomas son persistentes y capaces de interferir en las actividades diarias, en el trabajo y en las relaciones.
Desafortunadamente, no hay ningún síntoma único que sirva como definidor del diagnóstico de la depresión. Incluso la tristeza profunda puede ocurrir en otras situaciones que no la depresión. Además, hay casos de depresión atípica en que el paciente no refiere tristeza, sino un conjunto de otros signos y síntomas físicos y psicológicos.
Se engaña que cree que la depresión es una enfermedad de síntomas estrictamente psicológicos. Muchas personas no reconocen que están deprimidas porque no vinculan sus síntomas físicos, como cansancio, dolores difusos por el cuerpo, alteraciones del apetito, insomnio, etc., al trastorno depresivo. Hay estudios que demuestran que hasta un tercio de los pacientes que buscan atención médica por síntomas físicos, tienen, de hecho, síntomas de depresión.
La depresión mayor es el tipo de depresión más común, caracterizada por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad del paciente de relacionarse con otros, trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de actividades que anteriormente se consideraban agradables.
Todos pasamos por momentos de tristeza, desánimo y soledad, principalmente tras pérdidas, como en la muerte de familiares o al fin de relaciones. La depresión, sin embargo, se distingue de estas situaciones por ser persistente e incapacitante. La depresión tampoco necesita un hecho triste para surgir, el paciente puede pasar a presentar humor deprimido sin motivo aparente.
La depresión mayor suele presentar por lo menos cinco de los nueve síntomas listados abajo, siendo uno de ellos obligatoriamente la tristeza o la pérdida del interés en las actividades diarias. Los síntomas deben ser diarios y estar presentes durante más de 2 semanas consecutivas.
1. Tristeza la mayor parte del día, particularmente en la mañana.
2. Pérdida del interés por las actividades del día a día.
3. Alteraciones significativas del apetito y / o del peso (puede ser aumento o reducción).
4. Insomnio o sueño excesivo.
5. Agitación o letargo.
6. Fatiga o falta de energía persistente.
7. Sentimientos de inutilidad o culpa.
8. Incapacidad de concentración e indecisión.
9. Pensamientos recurrentes sobre muerte o suicidio.
La depresión mayor es una enfermedad recurrente. La mayoría de los pacientes después de un primer episodio presentan una tasa de recurrencia superior al 40% en los dos primeros años. En los pacientes con dos episodios, el riesgo de recurrencia dentro de cinco años es de aproximadamente el 75%. Hasta 1/3 de los pacientes tratados por un episodio depresivo mayor tendrá una recuperación incompleta, manteniendo síntomas persistentes o distimia.
Las personas con depresión mayor grave presentan una o varias de las siguientes características:
Las personas con trastorno depresivo mayor grave suelen necesitar hospitalización para el tratamiento psiquiátrico.
La distimia es una forma más leve de depresión, pero prolongada, presente por lo menos 2 años. A veces, el paciente sólo es diagnosticado después de muchos años de enfermedad, siendo los síntomas de la distimia confundidos con la personalidad del individuo. Este hecho es muy común en los niños. En el adulto, es común que el paciente no recuerde cuándo fue el último período en que estuvo sin humor deprimido.
El humor depresivo en la distimia está presente durante la mayor parte del día, durante varios días a lo largo del mes. El paciente distímico pasa más días con humor deprimido que con humor normal.
Además de la sensación de tristeza prolongada, la distimia suele venir acompañada por dos o más de los siguientes síntomas:
1. Apetito disminuido o aumentado.
2. Insomnio o exceso de sueño.
3. Falta de energía.
4. Baja autoestima.
5. Dificultad de concentración.
6. Desánimo o ausencia de perspectivas en la vida.
En la distimia los síntomas no son tan numerosos e intensos como en la depresión mayor. Los períodos libres de síntomas pueden ocurrir, pero son cortos. El 10% de los pacientes con distimia acaban evolucionando hacia un cuadro de depresión mayor.
La depresión reactiva, también llamada trastorno de adaptación, es una condición que ocurre en respuesta a un estrés emocional identificable. El hecho estresante puede ser único, como el término de una relación, o múltiple, como presiones diarias de la vida o del trabajo.
La depresión reactiva es un trastorno que provoca ansiedad y humor deprimido, pero no presenta criterios para el diagnóstico de depresión mayor. Por lo tanto, el nombre de trastorno de adaptación es más adecuado que la depresión reactiva. El trastorno de adaptación es diferente de la tristeza que ocurre en el luto.
Es importante destacar que un cuadro de depresión mayor puede ser desencadenado por un evento emocional. Para ser considerado trastorno de adaptación, el paciente no puede llenar criterios para otros problemas psiquiátricos, como distimia o depresión mayor.
Las personas con trastorno bipolar, antiguamente llamado psicosis maníaco-depresiva, presentan períodos de manía (sentirse excesivamente eufórico, impulsivo, irritable, o irracional) y períodos de depresión mayor.
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