La demencia es una enfermedad progresiva que lamentablemente provoca un deterioro significativo de la función cerebral.
Su aparición en gran medida interfiere con la capacidad de nuestra memoria , nuestros pensamientos y todas nuestras facultades que están regulados por la acción de nuestro cerebro.
en muchos casos, los factores genéticos y los cambios debidos a la edad son responsables de su estallido, aunque también puede ocurrir después de ciertas enfermedades.
Si la medicina moderna ha desarrollado diversas técnicas para combatir sigue siendo uno de los síndromes que causan mayor dependencia en las personas mayores.
debido a la importancia de este fenómeno, es profesional -s salud recomiendan ciertas prácticas que a través de sus efectos sobre el cerebro, puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.
En el resto de este artículo vamos a compartir con ustedes los seis años fiscales más efectivo, para que pueda ponerlos en práctica diariamente.
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El ejercicio es uno de los mejores hábitos que están en la lucha contra la demencia y en contra de todos los problemas cognitivos que surgen a causa de edad.
Esta práctica trae beneficios circulatorios y cardiovasculares que permiten a nuestro cerebro para funcionar de manera óptima.
Las personas que fuman, o aquellos que están constantemente expuestos al humo del cigarrillo, se encuentran en alto riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia.
por lo tanto, se deben evitar fumar y desintoxicar el cuerpo lo más rápido posible, para evitar complicaciones graves.
se lee con regularidad una de las mejores maneras de entrenar y fortalecer nuestro cerebro , con el fin de prevenir la aparición y desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Lectura, varias funciones de nuestro cerebro están activadas. Esto nos permite fortalecer nuestra memoria, nuestra creatividad y las capacidades cognitivas de un punto de vista más general.
Las actividades que nuestro desafío cerebral son excelentes para fortalecer nuestra memoria, nuestros pensamientos y todas las demás funciones de este órgano vital.
resolver problemas de matemáticas, jugar con un rompecabezas o realizar cualquier otra actividad que implica pensar intensamente reduce el riesgo de pérdida de la memoria en la edad adulta.
La dieta juega un papel clave en la salud de nuestros cerebros. Si bien muchas personas no lo saben, los nutrientes que consumimos todos los días son fundamentales para el funcionamiento de este órgano.
Comer alimentos saludables que sean ricos en antioxidantes y nutrientes esenciales nos permite mantener una buena oxigenación. nuestras celulas Por lo tanto, aseguramos una regeneración continua de nuestro cuerpo.
Por el contrario, los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y aditivos industriales dañinos pueden acelerar el desgaste de nuestras funciones cognitivas.
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Las relaciones sociales estimulan constantemente la actividad de nuestro cerebro y producen un alto nivel de bienestar en nosotros. Es un factor determinante para evitar el sufrimiento de la demencia en la vejez.
Mantener una densa red de familiares y amigos nos ayuda a trabajar en nuestra memoria. Además, evitamos estar aislados y con depresión
Todos los hábitos que acabamos de mencionar son ideales para mantener tu cerebro activo y fuerte, a pesar del paso del tiempo.
Intenta incorpóralos poco a poco en tu vida diaria para mantener tus funciones cognitivas.
7 Frutas y verduras anticancerígenas que debe comer regularmente
Consumo de fruta y verduras es primordial para el correcto funcionamiento del cuerpo. También es importante como fuente de proteínas, calorías, carbohidratos, vitaminas y minerales que en última instancia son combustibles para el cuerpo humano. En la clasificación de estos últimos, tanto frutas como verduras los vegetales tienen una función importante en la dieta, al igual que en la prevención del cáncer.
Existe la idea errónea de que beber agua fría con frecuencia, especialmente después de comer, facilita el desarrollo de enfermedades graves, como el cáncer. Esta es una idea pura y especulación simple: beber agua fría después de una comida solidifica la grasa ingerida, retrasando la digestión. Muchas personas creen que este proceso da lugar a una serie de reacciones en el estómago y los intestinos que conducen al desarrollo de células cancerígenas.