CÓMO TRATAR UNA ENCRAVADA E INFLAMADA
La uña enclavada, llamada en medicina de onicocriptosa, es una inflamación causada por el crecimiento de parte de la uña hacia la piel, provocando lesión de la misma. La uña enclavada suele surgir en el primer dedo, conocido como el dedo del pie.
En este artículo vamos a abordar los siguientes puntos sobre la onicocriptosis:
- Como surge la uña enclavada.
- Síntomas de la uña enclavada.
- Tratamiento de la uña enclavada.
Cómo surge la uña enclavada
La onicocriptosa aparece cada vez que la uña no crece de forma correcta, permitiendo que el extremo lateral crezca hacia la piel, causando heridas, inflamación y eventualmente infección del dedo.
La uña normal debe crecer de forma vertical con respecto al dedo. La uña con forma normal no debe rozar, herir o empujar la piel a su alrededor.
Algunos factores facilitan el surgimiento de la uña enclavada, entre los más comunes podemos citar:
- Uso de zapatos apretados, haciendo que los dedos de los pies queden exprimiendo.
- Cortar las uñas de forma incorrecta. El error más común es dejar las extremidades laterales redondeadas.
- Cortar la uña en exceso, manteniéndolas muy pequeñas, a punto de herir la piel.
- Variaciones anatómicas de la uña, como en el caso de uñas curvadas.
- Lesiones traumáticas de la uña.
- Infección fúngica de la uña (onicomicosis) - Lea: MICOSE DE UNHA | onicomicosis
Síntomas de la uña enclavada
En la mayoría de los casos, la uña enclavada ocurre en el primer dedo del pie, el llamado dedo de la mano. Los síntomas iniciales de la uña enclavada son leve dolor, enrojecimiento e hinchazón en la esquina del dedo. Conforme la uña va creciendo, la piel alrededor se expande y puede cubrir totalmente el canto de la uña que está heriendo. Con el tiempo, la herida provocada se vuelve más intensa, habiendo agravamiento de los síntomas y drenaje de pus. La presencia de secreción purulenta no indica necesariamente una infección en curso, puede ser sólo una reacción del organismo contra la agresión de la uña sobre la piel. Sin embargo, si no se trata adecuadamente, cuanto más tiempo la uña enclavada sigue heriendo la piel, mayor es el riesgo de una infección en el lugar.
La uña enclavada no suele causar mayores problemas además de la incomodidad y el dolor. Sin embargo, en algunos individuos puede ser el gatillo para infecciones más graves, como en los casos de los pacientes con diabetes, problemas circulatorios o inmunosuprimidos. Estos pacientes tienen dificultades de cicatrización y poseen el sistema inmunológico más débil que el habitual. En ellos, la uña enclavada puede provocar úlceras, celulitis o erisipelas (lea: ERISIPELA | CELULITE | Síntomas y tratamiento), gangrena o osteomielitis (infección de los huesos).
Tratamiento de la uña enclavada
El tratamiento para la uña enclavada depende de la gravedad de la lesión. Lo ideal es tratar antes de que una gran inflamación aparezca, pues sin dolor es más fácil manipular la uña. En los casos leves, el tratamiento puede ser hecho en casa por el propio paciente, siendo fácil curar la uña enclavada sin la necesidad de remedios, pomadas o cirugías.
Una opción simple es usar un bastón de algodón fino, pinza o hilo dental para tratar de levantar cuidadosamente la parte lateral de la uña para retirarla debajo de la piel, desencándola. Para evitar que la uña vuelva a atascar, trate de colocar una pequeña bolita de algodón debajo del canto de la uña para ayudarla a crecer en la dirección correcta. Si este tratamiento se realiza bien al principio del cuadro, como todavía no hay inflamación importante alrededor, el proceso es prácticamente indoloro.
Si la inflamación de la uña está siendo muy incómoda, otra opción es sumergir el pie en agua tibia durante 10 minutos mientras se intenta tirar suavemente con los dedos la piel húmeda y ablandada en la esquina del dedo gordo para liberar la uña. Este proceso debe realizarse 3 veces al día durante al menos 1 semana. De la misma manera, después de secar el dedo, coloque un pedazo de algodón debajo de la uña para ayudar a dirigir su crecimiento. Cambie el algodón cada vez que se moje.
En ambos tratamientos, la uña suele desencadenarse después de 1 o 2 semanas, consiguiendo crecer sin causar lesión a la piel. En este medio tiempo, si no hay gran inflamación, no corte la uña, permita que ella crezca lo suficiente para superar la región de la piel que estaba siendo herida. Por otro lado, si ya hay alguna inflamación y dolor, después de levantar la punta de la uña, usted puede cortarla, para interrumpir el proceso de lesión de la piel. Días después, cuando la piel ya no esté más inflamada, utilice los consejos arriba para impedir que la uña crezca de nuevo hacia la piel, volviendo a atascar.
En los casos más severos, con intensa inflamación y secreción purulenta, el dolor suele ser muy fuerte, dificultado la manipulación de la piel y la uña. Si usted no soporta el dolor, este proceso se puede hacer en el consultorio médico con anestesia local. Si hay sospechas de infección o si el paciente tiene factores de riesgo para complicaciones, lo ideal es remover quirúrgicamente la parte lateral de la uña que está enclavada. La cirugía para la uña enclavada es muy simple y se puede hacer en algunos minutos en el propio consultorio. En el postoperatorio, se aconseja al paciente usar pomadas con antibióticos, generalmente a base de mupirocina.
Si la uña se atasca con alguna frecuencia, el tratamiento quirúrgico puede ser un poco más amplio, removiendo toda la parte lateral de la uña, para obligarla a crecer verticalmente, sin tocar la piel al lado. En los casos más graves, se indica la destrucción química, por láser o cauterización de parte de la uña y su lecho para evitar que la misma vuelva a crecer.
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