El páncreas y el hígado son dos órganos vitales implicados en la digestión de los alimentos. Purifican nuestro flujo sanguíneo y regulan muchas hormonas. ¿Cómo podemos ayudarlos a ser más efectivos? ¿Cómo evitar que se enfermen o acumular toxinas allí? Explicaremos todo esto más adelante en este artículo
A veces nos cansamos y sentimos hinchazón en el abdomen. Nuestra digestión es lenta, y todo lo que comemos nos enferma un poco. También sucede que sentimos picazón y espinillas en nuestra piel. ¿Cuáles son estos síntomas? Lo más probable es que indiquen que nuestros órganos albergan demasiadas toxinas y, por lo tanto, no pueden realizar sus funciones adecuadamente.
El hígado es un órgano indispensable para nuestro organismo, ya que realiza una función purificadora que ofrece una equilibrar a nuestro cuerpo y nos mantiene saludables. Purifica la sangre, regula el colesterol, el azúcar y las hormonas, etc. Pero, ¿y el páncreas? Si nos sentimos mal, si sufrimos, por ejemplo, de inflamación, no digeriremos los alimentos ingeridos y también podremos desarrollar problemas relacionados con los niveles de azúcar en la sangre. Es por eso que siempre debemos prestar atención a nuestra salud general. Sin embargo, lo ideal es cuidar nuestro hígado y páncreas en siguiendo hábitos alimenticios saludables, revitalizando estos órganos al menos una vez al mes a través de una dieta adecuada que explicaremos en el continúa de este artículo
Probablemente ya conozcas los beneficios de beber un vaso de jugo de limón con el estómago vacío. Su jugo, como el de las naranjas o el pomelo, nos aporta la vitamina C, que es esencial para desintoxicar nuestro cuerpo y proteger los órganos en cuestión mediante la revitalización de sus funciones. Lo ideal es beber un vaso de jugo de limón al despertar, y luego una hora más tarde, beber un vaso de jugo de naranja. Para el almuerzo o la cena, coma un plato pequeño de papaya fresca cortada en trozos pequeños.
Algunas frutas no ayudan al hígado y al páncreas, por lo que es mejor evitarlas. Estas son las frutas que contienen los llamados "ácidos orgánicos" como las fresas, los melones o las sandías.
Hay una serie de plantas medicinales que son excelentes para curar tanto el hígado como el páncreas. Lo ideal es consumirlos continuamente, durante al menos 10 meses, en el desayuno y en la tarde. Aquí hay una pequeña lista de estas infusiones:
Además, necesitará muchos vegetales frescos. Puede preparar ensaladas de hojas verdes con espinacas, rúcula, berros, etc. rico en vitamina B. Puede agregar carne magra como pechuga de pollo, pechuga de pavo, salmón o frutas secas como nueces a estas ensaladas. Las alcachofas también se recomiendan para revitalizar el hígado y el páncreas. Puede hacer una multitud de recetas ricas y deliciosas para su cura. Las plantas crucíferas, como el brócoli o las coles de Bruselas, también son adecuadas.
Todos sabemos que los productos lácteos no son tan saludables, sin embargo, un yogur natural fermentado, que podemos preparar en casa, ofrece grandes beneficios para nuestro cuerpo . Los probióticos aumentan las defensas naturales, nos brindan buenas bacterias que nos protegen, y revitalizan nuestro hígado y nuestro páncreas. Aquí hay algunos alimentos ricos en probióticos: kéfir, alga espirulina, sopa de miso, delicioso té de kombucha, etc. que encontrará en su farmacia o tienda de alimentos saludables. ¡Le recomendamos encarecidamente!
¿Por qué no recordamos nuestro nacimiento?
Se han preguntado alguna vez necesariamente. Todos recordamos nuestra infancia, nuestra adolescencia, pero no podemos recordar el día en que vinimos al mundo. Por qué razón ? Te lo explicamos 1. Neurogénesis los primeros años de nuestra vida El nacimiento es siempre un momento traumático. Hemos nacido gracias a la intervención de la mano extranjeros que nos alejan de este lugar agradable y acogedor que es el útero.
7 Batidos de manzana verde para empezar bien el día
Las manzanas verdes son una de las frutas más ricas en y ofrecen mucha fibra que te ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Además, una manzana verde está compuesta por un 85% agua, que lo hace hidratante para su cuerpo. En general, una pieza de esta fruta cumple la función de laxante natural. La versatilidad de esta fruta le permite comerla bien cocida, cruda, con o sin la piel.