Amo a los que saben que para ser bueno, debes ser humilde

Amo a los que saben que para ser bueno, debes ser humilde

Ser humilde no es solo una virtud, sino también un valor que todos deberíamos poner en práctica y enseñar a nuestros hijos. Hoy en día, tendemos a confundir la "grandeza" de una persona con el poder, pero solo transmitimos el egoísmo a través de esta concepción.
Un proverbio árabe nos dice que: " Nosotros nacieron como criaturas inocentes para convertirse en camellos, luego en leones, y finalmente en volverse niños otra vez. "El ser humano realiza un complicado viaje personal hacia la existencia, en el cual a menudo aspira a sostenerse fuerza y ​​poder, para ser un león. Pero él descubre en un momento u otro que lo realmente importante reside en el alma inocente que es capaz de ver la vida como una mezcla de sabiduría y humildad.

No es fácil ser humilde todos los días. Requiere que cambiemos y hagamos ajustes, pero es un esfuerzo que valdrá la pena porque nos permitirá mostrar armonía.

En el resto de este artículo, te invitamos a reflexionar sobre esto.

Me gustan las personas humildes que saben que ser grande no es estar por encima de los demás

Algunas personas conciben la humildad como un defecto, una deficiencia, un voto de pobreza que consistiría en un juramento de dar todo a los demás, pase lo que pase

Otros hacen la conexión entre una persona humilde y la corriente de pensamiento transmitida por Buda, lo que nos recuerda que debemos ser nobles de corazón, para liberarnos de las cosas materiales.

También es importante vincularnos con los demás para ser más libres, más honestos y más respetuosos.

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No necesitamos buscar explicaciones lexes a algo tan simple, tan fundamental. Ser humilde no es ser pobre, no es seguir una religión, una práctica actual o espiritual en particular.

Es más bien una filosofía simple: la humildad no es creerse a uno mismo por encima de los demás

La humildad consiste en mantener la reciprocidad en nuestras relaciones La humildad no predica, se practica.

Avancemos un poco más en la comprensión de este concepto

El que predica y el que no practica

Todos conocemos a figuras públicas, ya sean políticos o industriales, que predican la necesidad de ayudar a los desfavorecidos, compartir, desarrollar modelos sociales más respetuosos y más igualitarios

  • Predican grandes virtudes pero no las siguen en su vida privada. Además, promueven la deslocalización para buscar mano de obra barata en el exterior y la explotación de los trabajadores. A menudo, su estilo de vida no puede coincidir con los valores que dicen defender.
  • No necesitamos ir a los niveles más altos de la sociedad para encontrar a esas personas. En un nivel más personal, todos tenemos amigos y familiares que hablan de todo lo que hacen por los demás, de todo lo que abandonaron.

Hablan de su bondad personal, pero en realidad, solo ofrecen desgracias a sus parientes más cercanos.

Es necesario reflexionar sobre estas actitudes y tenerlas en cuenta. Cada palabra que decimos en voz alta debe corresponder a nuestra comportamientos Todos debemos actuar con conciencia y coherencia

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Las personas que son humildes de corazón son las que destilan los actos amabilidad, gestos reflexivos y sentimientos positivos en sus actos cotidianos. Cuando estamos en su presencia, los respetamos y estamos inspirados por sus comportamientos.

La humildad se puede aprender

La psicología positiva, cuyo líder es Martin Seligman, entiende y ve la humildad como un factor indispensable en ser humano para ser feliz.

Nosotros no No debemos olvidar que el propósito de la psicología positiva es encontrar estrategias adaptadas al ser humano para que pueda encontrar el camino hacia el bienestar.

Durante muchos años, la psicología estuvo más orientada hacia proporcionar paliativos para enfermedades mentales. Se percibió como algo clínico, que cura lo patológico.

Sin embargo, gracias a Martin Seligman en particular, la psicología ahora nos invita a reflexionar sobre la felicidad, la alegría, el optimismo ...

Podemos aprender todo estas cosas Para tener una vida más honesta y equilibrada, debemos asumir y adoptar comportamientos humildes.

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Aquí hay algunas estrategias simples para adoptar:

  • Reconozca sus errores y tenga la madurez emocional para corregirlos. Esto te traerá bienestar y satisfacción, pero también te ayudará a hacer felices a quienes te rodean.
  • Aprende a valorar lo que es importante en tu vida diaria. Amor, amistad, ternura, sentido del humor, empatía y curiosidad, todo lo cual te brindará la felicidad que estás buscando.
  • No te creas mejor o peor que eso. cualquiera de los dos. Las comparaciones asustarán a todos los que te rodean.
  • Disfruta de las cosas más simples y básicas. Concéntrese en el presente, observe a quienes lo rodean y trate de aprender de todas las cosas y personas que encuentre en su viaje
  • Sea un buen modelo para sus hijos. Enséñales a ser humildes, a comprender sus emociones, a a conectarse con respecto a sus compañeros.


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