DEXAMETASONA - Para Que Sirve, Posología y Efectos Adversos

DEXAMETASONA - Para Que Sirve, Posología y Efectos Adversos

introducción

La dexametasona, también conocida por los nombres comerciales Decadron y Maxidex, es un medicamento que pertenece a la clase de los glucocorticoides, uno de los más potentes grupos de fármacos anti-inflamatorios e inmunosupresores.

Las diferencias son las enfermedades que pueden ser tratadas con ese glucocorticoide, incluyendo problemas de origen reumático, inmunológico, cutáneo, ocular, endocrinológico, pulmonar, sanguíneo, gastrointestinal, neurológico y neoplásico.

A pesar de muy útil, la dexametasona, así como cualquier otro corticoide, es capaz de provocar innumerables efectos colaterales. Cuanto mayor es la dosis y el tiempo de tratamiento, mayor es el riesgo de que aparezcan efectos adversos, algunos de ellos potencialmente graves.

Nota: este texto no pretende ser un prospecto de la dexametasona. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un bulo y más útil a los pacientes que buscan informaciones objetivas y en lenguaje adecuado al público laico.

índice

En este artículo vamos a abordar los siguientes puntos sobre la dexametasona:

  • Qué es.
  • Para que sirve.
  • Nombres comerciales y presentaciones.
  • La dosificación.
  • Efectos adversos.
  • Contra indicaciones.
  • Interacción con otros medicamentos.

En este artículo hablaremos exclusivamente de la dexametasona. Si usted busca información general sobre el grupo de los glucocorticoides, accede a: CORTICOIDES - Tipos, Para que Sirve y Efectos Colaterales.

¿Qué es la dexametasona?

La dexametasona fue producida por primera vez a finales de la década de 1950 y actualmente forma parte de la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, que abarca los medicamentos más importantes de los sistemas de salud en todo el mundo.

La dexametasona es un glucocorticoide, es decir, una de las formas sintéticas de la hormona cortisol, que en nuestro organismo es producido por la glándula suprarrenal.

El cortisol tiene diversas funciones en nuestro cuerpo, siendo las más importantes:

  • Regulación del sistema inmunológico.
  • Crecimiento óseo.
  • Metabolismo de la glucosa, de las grasas y de las proteínas.
  • Acción anti-inflamatoria.
  • La regulación de los electrólitos (sales minerales) de la sangre,
  • Auxilio en los procesos de cicatrización.

La dexametasona es un corticoide de alta potencia, siendo aproximadamente 25 a 30 veces más fuerte que el cortisol natural, lo que permite que sea fácilmente utilizada en dosis muy por encima de las que nuestro cuerpo suele producir naturalmente. Sólo como comparación, 0, 75 mg de dexametasona tiene la misma potencia de 5 mg de prednisona, otro corticoide sintético muy utilizado en la medicina (para leer sobre la prednisona: PREDNISONA - Para Que Sirve, Dosis y Cuidados).

Los corticoides cuando se administran a dosis altas presentan acción antiinflamatoria e inmunosupresora, por lo que se utilizan con frecuencia en las enfermedades de origen inflamatorio e inmunológico, como veremos más adelante. Cuanto mayor sea la dosis del corticoide, más inmunosupresión provocará, habiendo mayor riesgo, por lo tanto, del surgimiento de infecciones oportunistas.

Indicaciones - Para qué sirve la dexametasona

El número de condiciones médicas que se pueden tratar con la dexametasona es tan grande que es hasta difícil citar a todas. La lista siguiente es muy grande, pero no está completa.

  • Enfermedades de origen alérgico: rinitis alérgica, asma bronquial, dermatitis de contacto, dermatitis atópica, enfermedad del suero, reacciones de hipersensibilidad a fármacos, no - edema laríngeo infecciosa, urticaria.
  • Las enfermedades reumáticas: lupus eritematoso sistémico, carditis reumática aguda, artritis psoriásica, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, bursitis aguda y subaguda, tenosinovitis aguda, artritis gotosa, osteoartritis post-traumática, epicondilitis, dermatomiositis y polimiositis.
  • enfermedades dermatológicas: pénfigo herpetiforme bullosa dermatitis, síndrome de Stevens-Johnson, dermatitis exfoliativa, exfoliativa eritrodermia, micosis fungoide, psoriasis grave, dermatitis seborreica severa, queloides, liquen simple crónico, alopecia areata.
  • prueba de diagnóstico: diagnóstico de la hiperfunción de la corteza suprarrenal.
  • trastornos endocrinos: insuficiencia suprarrenal, hiperplasia adrenal congénita, no - tiroiditis supurativa, hipercalcemia asociada con cáncer.
  • Trastornos gastrointestinales para proteger al paciente durante el período crítico de la colitis ulcerosa o enteritis regional.
  • Trastornos hematológicos: púrpura trombocitopénica idiopática, anemia hemolítica autoinmune, aplasia pura de células rojas.
  • Neoplasias: tratamiento paliativo de leucemias y linfomas en adultos y la leucemia infantil aguda.
  • Sistema nervioso: exacerbaciones agudas de la esclerosis múltiple, edema cerebral asociado con tumor cerebral primario o metastásico.
  • Enfermedades de los ojos: procesos alérgicos y la inflamación severa que afectan al ojo, como conjuntivitis alérgica, queratitis, blefaritis alérgica, úlceras alérgicas de la córnea, herpes oftálmico zoster, iritis e iridociclitis, coriorretinitis, uveítis posterior difusa y coroiditis, neuritis óptica, arteritis temporal.
  • Respiratoria: sarcoidosis, síndrome de Loeffler, beriliosis, tuberculosis fulminante o diseminada pulmonar en combinación con terapia antibiótica adecuada, neumonitis por aspiración, neumonías eosinofílicas idiopáticas.

Nombres comerciales y presentaciones

La dexametasona es un fármaco presente en el mercado desde hace muchos años, ya disponible bajo la forma genérica. Se puede encontrar en varias presentaciones, siendo las más comunes: comprimidos, elixir, crema dermatológica, solución nasal, colirio e inyectable (intramuscular, intraarticular o intravenosa).

Las formas inyectables se encuentran a menudo en la forma de dexametasona fosfato disódico, y las formas por vía oral como acetato de dexametasona.

Los nombres comerciales más conocidos de dexametasona son:

  • Acetazona.
  • Bexeton.
  • Cortidex.
  • Decadron.
  • Dexaglós.
  • Dexameson.
  • Dexametrat.
  • Dexamex.
  • Dexanom.
  • Dexason.
  • Dexazona
  • Duo-Decadron.
  • Koidexa.
  • Maxidex.
  • Maxitrol.
  • Uni Dexa.

Posología - Cómo tomar

Como existen decenas de enfermedades que pueden ser tratadas y varias formas de presentación de la dexametasona, desde inyecciones hasta colirios, las posologías posibles varían mucho de caso a caso, y deben ser individualizadas según la gravedad de la enfermedad, la edad y la respuesta del paciente.

En la presentación oral, ya sea en comprimidos o elixir, la dosis diaria suele ser de 0, 5 a 15 mg, dividida en 1 a 4 tomas diarias, de acuerdo con cada caso. En las enfermedades más graves, como mieloma múltiple o púrpura trombocitopénica idiopática, la dosis diaria puede llegar a 40 mg. En la mayoría de los casos, sin embargo, la dosis de dexametasona suele estar entre 0, 5 y 4, 0 mg al día.

En los trastornos alérgicos agudos o en las exacerbaciones de los cuadros crónicos, como, por ejemplo, en los casos de rinitis alérgica, asma bronquial alérgica estacional, urticaria medicamentosa o dermatitis de contacto, se sugiere el siguiente esquema durante una semana:

  • Día 1: Inyección intramuscular de 4 a 8 mg de fosfato disódico de dexametasona.
  • Días 2 y 3: 1, 0 mg de acetato de dexametasona por vía oral dos veces al día.
  • Días 4 y 5: 0, 5 mg de acetato de dexametasona por vía oral, dos veces al día.
  • Días 6 y 7: 0, 5 mg de acetato de dexametasona por vía oral una vez al día.

En los casos de inyecciones locales para artritis, bursitis y tendinitis, el tratamiento suele hacerse con una dosis única de 0, 5 a 4, 0 mg.

En el caso de los colirios, la dosis más común es de 1 a 2 gotas, de 3 a 4 veces al día.

Efectos colaterales - Reacciones adversas

Así como cualquier fármaco del grupo de los glucocorticoides, la dexametasona presenta una lista inmensa de posibles efectos colaterales, que varían desde problemas meramente estéticos hasta el desarrollo de enfermedades más graves, tales como diabetes mellitus, hipertensión, glaucoma e infecciones.

Cuanto mayor sea la dosis y el tiempo de tratamiento, más probable es la ocurrencia de efectos colaterales. Los tratamientos cortos, por sólo una semana, no suelen provocar efectos adversos relevantes. Por otro lado, como la dexametasona es un corticoide de alta potencia, tratamientos más prolongados, principalmente aquellos con más de 3 semanas de duración, suelen causar efectos indeseados y pueden provocar insuficiencia suprarrenal (explicamos más adelante).

Los efectos colaterales son más extensos cuando la dexametasona se administra en forma oral o intervenosa. En las formas tópicas, como en los casos de los colirios y cremas dermatológicas, los efectos adversos son más blandos y suelen quedar restringidos al sitio de la aplicación.

Los efectos colaterales más importantes del uso prolongado de la dexametasona son:

  • Ganancia de peso.
  • Acumulación de grasa en la cara y el tronco (síndrome de Cushing).
  • Diabetes mellitus.
  • Hipertención arterial.
  • Equimos (manchas moradas en la piel).
  • Las estrías.
  • Cataratas.
  • El glaucoma.
  • Elevación del colesterol.
  • Lesiones musculares (miopatía).
  • Fractura ósea
  • Necrosis de la cabeza del fémur.
  • Osteoporosis.
  • Trastornos del crecimiento en los niños.
  • Psicosis.
  • La depresión.
  • Aumento del riesgo de infecciones.
  • Cicatrización deficiente.
  • Candidiasis.
  • Retención de líquidos.
  • Cambios menstruales.
  • Gastritis.
  • Úlcera péptica.
  • Esteatosis hepática.
  • Pancreatitis.
  • Infertilidad.

La lista anterior sólo cita algunos de los posibles efectos. La dexametasona es un medicamento cuyo uso debe estar muy bien indicado, de lo contrario, hay riesgo de que el tratamiento haga más mal que bien.

El riesgo de infecciones oportunistas comienza a ser relevante a partir de dosis diarias de 6 mg de dexametasona o cuando la dosis acumulativa total del tratamiento supera los 100 mg. Incluso las dosis más bajas, como 1, 5 mg al día, pueden causar inmunosupresión si el tratamiento dura varias semanas.

En todos los pacientes medicamentos con corticoides, debemos usar siempre la menor dosis posible por lo menos posible. Los tratamientos prolongados o con dosis altas por más de 2 a 3 semanas sólo se deben realizar cuando los maleficios de la enfermedad a tratar son más graves que los posibles efectos colaterales.

Interrupción del tratamiento

Como los corticoides inhiben la producción natural del cortisol por la suprarrenal. Por lo tanto, la interrupción súbita del fármaco después del tratamiento por tiempo prolongado puede provocar un cuadro de insuficiencia suprarrenal, que es una situación potencialmente mortal.

El riesgo de inhibición prolongada de la glándula suprarrenal es mayor en los tratamientos con dosis superiores a 1, 5 a 2, 0 mg que duran más de 3 semanas. En estos casos, la dexametasona no debe suspenderse a la vez. En vez de eso, se debe hacer un "destete" del fármaco, que puede durar hasta algunos meses en los pacientes que han hecho uso prolongado y con dosis elevadas.

Hay varios esquemas diferentes de destete, no habiendo un protocolo que sea más eficaz. En general, se sugiere una reducción de 10 a 20% de la dosis cada 1 o 2 semanas. El objetivo del destete es dar tiempo para que el organismo del paciente vuelva a producir el cortisol de forma natural.

Contraindicaciones - Cuando no usar

La prescripción de la dexametasona, principalmente a dosis elevadas, debe evitarse en los siguientes casos:

  • Pacientes con infección activa y aún sin tratamiento antibiótico apropiado.
  • Hipertensión mal controlada.
  • Insuficiencia cardíaca descompensada.
  • Diabetes mellitus mal controlada.
  • Osteoporosis.
  • Úlcera duodenal o gástrica activa.
  • Trastornos psiquiátricos mal controlados.
  • Diverticulitis.
  • Neoplasias activas (cuando la propia dexametasona no forma parte del tratamiento).

Las mujeres embarazadas

La dexametasona no está contraindicada durante la gestación, pero su uso debe evitarse. Cuando los corticoides son necesarios en el embarazo, se recomienda el uso de la menor dosis efectiva por el menor período de tiempo, evitando altas dosis durante el primer trimestre.

Interacción con otros medicamentos

  • Fármacos que pueden reducir la eficacia de la dexametasona: fenobarbital, fenitoína, rifampina, antiácidos y efedrina.
  • Los medicamentos que pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios de la dexametasona: medicamentos a base de estrógenos, diltiazem, salicilatos, fluconazol y ritonavir.
  • Las drogas cuyos efectos adversos se puede mejorar por la dexametasona: diuréticos, antiinflamatorios, digoxina, anfotericina B, alcohol warfarina.


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