El edema pulmonar agudo, también llamado edema agudo del pulmón (EAP), es una emergencia médica causada por la extravasación de agua de los vasos sanguíneos hacia el tejido pulmonar, haciendo la respiración difícil. En la práctica, un paciente con EAP se comporta como si se ahogaba.
En este texto vamos a explicar las causas, los síntomas y el tratamiento del edema agudo de pulmón.
El edema del pulmón tiene el mismo mecanismo fisiopatológico de cualquier edema en nuestro cuerpo, ocurriendo siempre que hay extravasación de agua de los vasos sanguíneos hacia algún tejido.
Al contrario de lo que se puede imaginar, nuestros vasos sanguíneos no son tubos impermeables, ellos presentan poros que permiten la salida y entrada de células, bacterias, proteínas y agua.
El edema del pulmón ocurre básicamente por dos mecanismos:
1. Aumento de la presión dentro de los vasos sanguíneos »Cuando la presión es muy elevada dentro de los vasos del pulmón, el agua de la sangre tiende a" sonar "a través de los poros, y se acumula dentro del tejido pulmonar, principalmente en los alvéolos, que son las estructuras que realizan los intercambios gaseosos.
2. Aumento de la permeabilidad de los vasos »Algunas enfermedades, que se explican a continuación, causan un aumento en los poros de los vasos sanguíneos, haciéndolos más permeables, lo que facilita la extravasación de agua.
Para saber más sobre la formación de edemas, lea: INCHAÇOS Y EDEMAS | Causas y tratamiento.
1. Insuficiencia cardíaca congestiva
La causa más común de edema pulmonar es la insuficiencia cardiaca (lea: INSUFICIENCIA CARDÍACA | CAUSAS Y SÍNTOMAS). Vamos a describir simplificadamente la circulación cardiopulmonar para que este mecanismo sea fácilmente comprensible.
El lado izquierdo del corazón es el responsable de bombear la sangre rica en oxígeno hacia el cuerpo. Después de nutrir todos los tejidos, la sangre, ahora pobre en oxígeno y rico en gas carbónico, retorna al lado derecho del corazón, siendo inmediatamente bombeado hacia los pulmones. En los pulmones, la sangre es nuevamente oxigenada y regresa al lado izquierdo del corazón, donde será bombeado hacia el resto del cuerpo, reiniciando el proceso.
Cuando el lado izquierdo del corazón se vuelve débil, pasa a tener dificultad para bombear adecuadamente la sangre al resto del cuerpo. Como es el lado izquierdo del corazón el responsable de bombear la sangre proveniente de los pulmones, cuando la bomba cardíaca falla, hay una congestión, provocando una acumulación de sangre en los vasos pulmonares. Esta congestión causa un aumento de la presión sanguínea dentro de los vasos pulmonares, favoreciendo la extravasación de agua.
En la insuficiencia cardíaca, el edema pulmonar se desarrolla lentamente a menos que haya algún factor que desencadena un empeoramiento agudo de la función del corazón.
2. Infarto agudo de miocardio
El infarto agudo de miocardio, llamado popularmente de ataque al corazón, puede causar edema pulmonar si hay necrosis de una gran área del músculo cardíaco del lado izquierdo del corazón, llevando a una insuficiencia cardíaca súbita. Si gran parte del músculo cardíaco muere, el corazón se vuelve incapaz de bombear la sangre adecuadamente, provocando la retención de éste en los pulmones. El edema agudo del pulmón es uno de los posibles síntomas de un infarto de miocardio.
LEA TAMBIÉN:3. Crisis hipertensiva
El aumento de la presión arterial suele ser una frecuente causa de edema agudo del pulmón, principalmente en los pacientes que ya poseen algún grado de insuficiencia cardíaca.
En situaciones normales, el corazón del paciente con insuficiencia cardíaca moderada puede todavía ser capaz de bombear la sangre adecuadamente. Sin embargo, basta una elevación súbita en la presión arterial para que haya un aumento en la resistencia al flujo de la sangre, exigiendo un mayor trabajo del músculo cardíaco. Algunos pacientes no tienen un corazón apto para trabajar contra una presión arterial alta, lo que lleva a la congestión pulmonar.
LEA TAMBIÉN:4. Enfermedad de las válvulas del corazón.
Si el paciente tiene una enfermedad de las válvulas del corazón izquierdo, es decir, de la válvula aórtica o mitral, el corazón puede tener dificultades para bombear la sangre a través de ellas. La estenosis aórtica y la estenosis mitral son lesiones de la válvula que entorpecen su apertura. Si la válvula cardíaca no se abre correctamente, la sangre no se puede drenar a través de ella, causando la congestión pulmonar.
5. Insuficiencia renal
La insuficiencia renal lleva a la acumulación de agua y sal en el organismo, provocando un aumento del volumen de líquido dentro de los vasos. En algunos casos, principalmente si el paciente ya no orina volúmenes adecuados, la cantidad neta retenida en los vasos se vuelve tan grande que éste comienza a extravasar, causando edemas en el cuerpo y edema pulmonar.
LEA TAMBIÉN:6. Infecciones
Algunas infecciones pulmonares, principalmente las de origen viral, pueden causar un cuadro de intensa inflamación pulmonar, llevando a un aumento de la permeabilidad de los vasos y consecuente extravasación de líquidos al pulmón. Este cuadro es generalmente llamado SARA o SARS (síndrome de la angustia respiratoria aguda).
7. Altitudes elevadas
Algunas personas cuando están expuestas a altitudes superiores a 2500 metros pueden desarrollar edema pulmonar. No se sabe bien la causa, pero se cree que ocurren alteraciones en la microvasculatura pulmonar que favorezcan la extravasación de líquido a altas altitudes.
Los factores de riesgo para este tipo de edema agudo pulmonar son:
- Salir del nivel del mar y alcanzar altas altitudes en poco tiempo.
- Practicar esfuerzo físico en altas altitudes sin darse el debido tiempo de aclimatación.
- Viajar a altitudes elevadas ya teniendo antecedentes de problemas cardíacos.
- Ingestión excesiva de alcohol sin tiempo adecuado de aclimatación a la altitud
8. Drogas y medicamentos
El consumo de algunas drogas, como heroína o cocaína, puede provocar una intensa inflamación pulmonar, causando un aumento de la permeabilidad de los vasos y consecuente edema pulmonar agudo.
La intoxicación por Aspirina (AAS) también puede llevar a un cuadro de edema agudo del pulmón.
9. Lesiones neurológicas
Algunos pacientes con lesión neurológica grave, como traumatismo craneal, cirugía cerebral, convulsiones, hemorragia cerebral, etc, pueden desarrollar edema del pulmón. El edema surge por alteraciones en la hemodinámica pulmonar, con aumento de la presión y de la permeabilidad en los vasos pulmonares.
Dependiendo de la causa, el cuadro de edema pulmonar puede desarrollarse lentamente o de modo súbito, este último llamado de edema agudo del pulmón.
En los pacientes que van acumulando líquido en el pulmón de forma lenta y progresiva, los síntomas del edema pulmonar comienzan con intolerancia a los esfuerzos, cansancio (incluso en reposo), falta de aire cuando se acuesta, habiendo necesidad de usar al menos dos almohadas para dormir, edemas en los pies y los tobillos y sibilancias en el pecho. Este cuadro es típico en los pacientes con insuficiencia cardíaca, que presentan empeoramiento gradual de la función del corazón y progresiva congestión pulmonar.
Si este mismo paciente descrito anteriormente presenta un factor de descompensación de su insuficiencia cardiaca, como un infarto, un pico hipertensivo o incluso una infección grave, el corazón de repente se vuelve incapaz de bombear adecuadamente la sangre al cuerpo, habiendo entonces un cuadro agudo de retención de líquidos en el pulmón. En este caso, los síntomas del edema agudo pulmonar son intensa falta de aire, sensación de ahogamiento, agitación, tos con secreción espumosa, incapacidad para acostarse y taquicardia (corazón acelerado).
El agua en el pulmón impide la oxigenación de la sangre y funciona básicamente como un ahogamiento. El edema agudo del pulmón es una emergencia médica y si no se trata a tiempo, fatalmente llevará a la parada cardiorrespiratoria.
El primer paso en el tratamiento del edema pulmonar agudo es proporcionar oxígeno al paciente. Generalmente el paciente llega al servicio de urgencia en hipoxemia, o sea, con bajos niveles de oxigenación de la sangre. En algunos casos el edema pulmonar es tan grave y la oxigenación tan baja, que el paciente necesita ser intubado y acoplado a un ventilador mecánico para no fallecer.
El objetivo del tratamiento es retirar agua del pulmón. Si el paciente orina, los diuréticos se administran por vía venosa para tener una rápida acción (lea: DIURÉTICOS | Furosemida, Hidroclorotiazida, Indapamida ...) La descarga de la presión arterial también es importante para facilitar el trabajo del corazón, por lo que los vasodilatadores también suelen usarse.
Si el paciente no orina o no responde adecuadamente a los diuréticos, la opción es la hemodiálisis de urgencia, un método capaz de remover hasta más de un litro de agua de los pulmones en apenas 20-30 minutos (lea: HEMODIÁLISIS | Cómo funciona, catéter y fístulas).
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