La gota es una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de ácido úrico (cristales de urato) en las articulaciones, situación que provoca una intensa reacción inflamatoria conocida como artritis gotosa aguda o ataques de gota.
Las crisis de gota van y vuelven espontáneamente y suelen alcanzar sólo una articulación a la vez. El intervalo entre las crisis puede durar hasta dos años. En las recidivas, la artritis puede acometer la misma articulación de la crisis anterior o una nueva articulación.





Las articulaciones más acometidas son las de los pies, principalmente el primer dedo del pie (hálux). La crisis de gota que acomete el primer dedo del pie es llamada de podagra.
La artritis gotosa es un acontecimiento que, además de un dolor tortuoso, también provoca hinchazón, calor y enrojecimiento en el área afectada. Algunos pacientes también desarrollan fiebre y escalofríos debido al intenso proceso inflamatorio.
Si no se trata adecuadamente, las crisis empiezan a ser más frecuentes e intensas, pudiendo acometer más de una articulación a la vez.
A lo largo de los años, el continuo depósito de cristales de urato en las articulaciones lleva a la formación de tofos, tumuras endurecidas que pueden causar deformidad articular. Esta fase de la enfermedad se llama gota tofácea.
Para saber más sobre la gota y la hiperuricemia (ácido úrico elevado en la sangre), lea los siguientes artículos:
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