Los medicamentos omeprazol, pantoprazol, lansoprazol y similares forman parte del grupo de inhibidores de la bomba de protones (IBP), también llamados anti-ulcerosos, muy utilizados en el tratamiento de trastornos del estómago y del esófago, tales como gastritis, úlcera péptica y reflujo gastroesofágico.
En este artículo vamos a abordar las principales características de los inhibidores de la bomba de protones a través de los siguientes temas:
En este artículo hablaremos de los IBP en general. Si usted busca información específica sobre omeprazol, lea: OMEPRAZOL - Para que Sirve, Cómo Tomar y Efectos Colaterales
El estómago es la región más ácida de nuestro organismo, con un pH inferior a 2, gracias a la secreción de ácido clorhídrico (HCl) por las células parietales, localizadas en el fondo y en el cuerpo del estómago. Las células parietales secretan ácido a través de una estructura llamada bomba de protones, que es el blanco de acción de drogas como el omeprazol, pantoprazol y otros IBP.
Los inhibidores de la bomba de protones, como su propio nombre, inactivan las bombas de protones de las células parietales, reduciendo así la producción de ácido por el estómago hasta en un 95%. Los IBP son, actualmente, los más potentes inhibidores de la secreción gástrica disponibles en el mercado, habiendo sustituido drogas muy utilizadas en el pasado, como la ranitidina, sucralfato y los antiácidos tradicionales, en el tratamiento de las enfermedades del estómago.
Hay varias drogas en el grupo de los inhibidores de la bomba de protones, las más usadas en la práctica clínica son:
- Omeprazol.
- Pantoprazol.
- Lansoprazol.
- Esomeprazol.
- Tenatoprazol.
- Rabeprazol.
Ninguna de las drogas citadas arriba es nítidamente más eficaz que otra. Los efectos secundarios también son similares. Por lo tanto, la elección debe tener en cuenta el precio de la droga y la preferencia personal del médico y del paciente.
Los IBP suelen ser usados en el tratamiento de enfermedades del estómago, duodeno y esófago relacionados a la acidez gástrica. Entre las situaciones clínicas que indicamos el uso del omeprazol o similares, podemos citar:
- Gastritis (lea: SINTOMAS DE GASTRITE).
- Úlcera péptica (lea: ÚLCERA PÉPTICA).
- Reflujo gastroesofágico (lea: HELINA DE HIATO | Reflujo gastroesofágico).
- Tratamiento auxiliar en la erradicación del H. pylori (lea: H.PYLORI (Helicobacter pylori).
- Dispepsia funcional (lea: DOLOR DE ESTÓMAGO | DISPEPSIA).
- Esofagitis.
- Síndrome de Zollinger-Ellison.
Los inhibidores de la bomba de protones también pueden ser usados en los pacientes que hacen uso crónico de antiinflamatorios, para reducir el riesgo de la formación de úlceras pépticas inducidas por estas drogas (lea: ANTI-INFLAMATORIOS | efectos colaterales)
El uso de omeprazol o similares también está indicado en la profilaxis de las úlceras en los pacientes internados con cuadros graves, como sepsis, enfermedades de la coagulación o en postoperatorios.
La inhibición de la acidez ayuda en la cicatrización del epitelio del estómago o del duodeno, favoreciendo la curación de úlceras y erosiones.
Los IBP son drogas que deben ser tomadas en ayunas, pues es en este momento que las células parietales presentan el mayor número de bombas de protones en reposo, aptas para ser inhibidas.
Las dosis más recomendadas son:
- Omeprazol → 10 a 40 mg divididos en 1 ó 2 tomas al día.
- Pantoprazol → 20 a 40 mg divididos en 1 ó 2 tomas al día.
- Lansoprazol → 15 a 30 mg en una sola dosis diaria.
- Esomeprazol → 20 a 40 mg divididos en 1 ó 2 tomas al día.
Las dosis más altas suelen ser usadas en el tratamiento del síndrome de Zollinger-Ellison.
El tiempo de tratamiento de los IBP suele ser de 2 a 8 semanas, dependiendo de la enfermedad y la gravedad del caso. Sin embargo, en casos como enfermedad del reflujo gastroesofágico y en los pacientes que ya han tenido úlcera, después del término del tratamiento inicial, dosis bajas de un IBP pueden ser prescritas por tiempo indefinido como forma de prevención de nuevos episodios.
En los pacientes que usaron IBP por más de 6 meses y que desean suspender la droga, se sugiere una reducción progresiva de la dosis a lo largo de 2 o 3 semanas, para evitar un efecto rebote, que consiste en el exceso de secreción de ácido en el estómago después de la súbita suspensión del omeprazol o similares. En los casos de tratamientos por menos de 3 meses, la suspensión se puede hacer de una sola vez, sin destete.
La mayoría de los efectos no deseados del uso de IBP ocurren con su uso crónico durante varios años. Sin embargo, algunos efectos colaterales también pueden ocurrir después de unos pocos días de uso, como diarrea, dolor de cabeza, estreñimiento, náuseas y flatulencia.
En los pacientes que hacen uso de omeprazol o similar por tiempo prolongado, la crónica reducción de la acidez gástrica puede facilitar la ocurrencia de algunos problemas. El principal es el crecimiento de bacterias en el estómago, que habitualmente son inhibidas por la acidez gástrica. Infecciones intestinales por bacterias como Campylobacter, Salmonella y clostridium son más comunes que en la población en general. El riesgo de neumonía también se vuelve mayor.
La falta de acidez reduce la absorción de magnesio y calcio, pudiendo llevar a largo plazo a la reducción de la densidad de los huesos y mayor riesgo de fracturas, principalmente en ancianos. La absorción de vitamina B12 y hierro también están reducidas.
Otro problema potencial es el desarrollo de gastritis atrófica, que consiste en una gastritis crónica, con reducción del número de glándulas, adelgazamiento de la mucosa y alteración en las células del epitelio gástrico (metaplasia).
Excepto por los casos de alergia a cualquiera de los IBP, no hay otras grandes contraindicaciones.
Los inhibidores de la bomba de protones no deben usarse en mujeres embarazadas ni en mujeres en fase de lactancia, excepto en casos graves y seleccionados.
El omeprazol, pantoprazol, lansoprazol y otros IBP pueden presentar interacciones medicamentosas con diversos medicamentos. Las situaciones más comunes se describen a continuación.
1- IBP pueden reducir la acción de los siguientes fármacos:
- clopidogrel, antifúngicos (por ejemplo, fluconazol, ketoconazol e itraconazol), micofenolato mofetilo, mesalamina, indinavir, nelfinavir, risedronato, fenitoína y rifamicina.
2 IBP pueden aumentar la acción de los siguientes fármacos:
- metotrexato, anfetaminas, benzodiazepinas (por ejemplo, diazepam), carvedilol, citalopram, escitalopram, ciclosporina, tacrolisis y warfarina.
El omeprazol, pantoprazol, lansoprazol y similares no interfieren en el efecto de la píldora anticonceptiva.
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