Parasitos y Examen Parasitológico de Fezes

Parasitos y Examen Parasitológico de Fezes

El examen parasitológico de heces (EPF) es una de las formas más utilizadas para el diagnóstico de las verminosas, ya sean causadas por protozoarios o helmintos.

El EPF es un análisis de laboratorio que consiste en la evaluación de pequeñas muestras de heces del paciente. A través del examen parasitológico de heces, el laboratorio es capaz de detectar e identificar la presencia de parásitos o sus huevos en las heces, lo que es una señal inequívoca de verminosis.

En este texto, además de explicar lo que es el examen parasitológico de heces, vamos a explicar también lo que son los gusanos, cuáles son los tipos más comunes, cuáles de ellos causan enfermedades y cuáles son inofensivos.

¿Y qué es un parásito?

Antes de hablar del examen parasitológico de las heces, vamos a explicar lo que son los parásitos y los parásitos.

Llamamos de parásito o parásito aquel ser vivo que se aprovecha de otro para conseguir sobrevivir. Para que haya una relación de parasitismo, el parásito necesita "robar" del hospedador sus medios de subsistencia, siendo esta relación habitualmente ventajosa para el parásito, pero desventajosa para el huésped.

Cuando hablamos en parásito, lo primero que viene a la mente son los gusanos intestinales. Realmente, la mayor parte de los parásitos viven dentro del sistema digestivo de sus huéspedes, sin embargo, hay formas de parasitismo en el cual el parásito no necesita penetrar el tracto intestinal para conseguir sus alimentos. El piojo, la pulga y la garrapata son ejemplos de parásitos que viven en el exterior de su huésped, alimentándose de su sangre (lea: REMEDIOS PARA PIOLLOS Y LENAS).

También existen formas de parasitismo en las que el parásito vive dentro del torrente sanguíneo, como por ejemplo los casos de la malaria y la enfermedad de Chagas (lea: ENFERMEDAD DE CHAGAS).

En este texto, sin embargo, vamos a hablar sólo de los parásitos que habitan nuestro sistema digestivo, las llamadas parasitosis intestinales, conocidas popularmente como gusanos o verminos.

Parasitosis intestinal

Las parasitosis intestinales son enfermedades típicas de países y áreas pobres con precarias condiciones de saneamiento básico. La mayoría de los parásitos de intestino son adquiridos por contacto con heces de personas infectadas que contaminan agua, comida u objetos.

Hay 2 grupos de parásitos intestinales:

1) Protozoarios

Son seres unicelulares (compuestos por sólo una sola célula). Su reproducción es hecha por división celular, dentro del propio huésped.

Los protozoos causantes de enfermedades más comunes son:

  • Amebas: los principales son la Entamoeba histolytica (es decir: la AMEBA (Entamoeba histolytica) | síntomas y tratamiento) y fragilis Dientamoeba.
  • Flagelados: Lo principal es la Giardia lamblia (léase: Giardia lamblia | síntomas y tratamiento).
  • Coccidios: los principales son Cryptosporidium parvum y Isopora belli.

Hay protozoos que no establecen una relación de parasitismo con nosotros. Ellos viven naturalmente en nuestro intestino y no nos causan enfermedades. Son gusanos que no necesitan ser tratados cuando se identifican en los exámenes de heces, especialmente si no hay síntomas.

Protozoos que no necesitan tratamiento:

- Entamoeba gingivalis.
- Entamoeba hartmanni.
- Entamoeba coli.
- Entamoeba polecki.
- Endolimax nana.
- Iodamoeba bütschlii.
- Entamoeba dispar.
- Entamoeba moshkovskii.
- Trichomonas hominis.
- Chilomastix mesnili.

Así que si usted tiene una prueba de heces y el resultado mostró la presencia de clavos Endolimax o Entamoeba coli, no se necesita ningún tratamiento debido a que estos gusanos no causan la enfermedad. Si usted tiene síntomas, hay que seguir buscando la causa.

2) Helmintos

Los helmintos son parásitos más complejos, compuestos por varias células y órganos internos. Pueden medir desde centímetros hasta algunos metros de largo, como es el caso de la tenias, conocida popularmente como solitaria.

A diferencia de los protozoarios, que se multiplican dentro del hospedador, los helmintos producen huevos y larvas que sólo se desarrollan al ser lanzados en el ambiente junto con las heces. Las personas se contaminan al ingerir esos huevos y las larvas presentes en el ambiente.

Los helmintos causantes de la enfermedad intestinal más común son:

• Nematoides:

- Ascaris lumbricoides (léase: ascariasis | Ascaris lumbricoides).
- Los anquilostomas (es decir: el anquilostoma | A. duodenale y N. americanus).
- Enterobius vermicularis (léase: oxiurus | Enterobius vermicularis).
- Strongyloides stercolaris (léase: estrongiloidiasis | Strongyloides stercoralis).
- Trichuris trichiura (léase: trichiuriasis | Trichuris trichiura).

Trematoda:

- Schistosoma mansoni (léase: ESQUISTOSOMIASIS | Ciclo y prevención).

Los cestodos:

- Taenia sp (léase: TENIASIS | CISTICERCOSIS | SOLITARIO).
- Hymenolepis disminuye.
- Hymenolepis nana.

Síntomas de verminosis (parasitosis)

Cada parásito presenta un cuadro clínico propio, muchas veces bien diferentes entre sí. Sin embargo, hay algunos síntomas en común, que suelen sugerir que el paciente pueda estar con alguna verminosis.

La señal más obvia de parasitosis intestinal es la presencia de un parásito visible en las heces. Como ya se ha explicado, los protozoos son unicelulares, siendo por lo tanto microscópicos. Sin embargo, los helmintos son organismos complejos, que en muchos casos pueden ser identificados a simple vista en las heces. En los casos de infección masiva, pueden aparecer a las decenas en las heces. Y hay casos hasta de eliminación de gusanos a través de la boca.

Los principales síntomas de las verminosis son la diarrea (lea: DIARREIA, SEÑALES DE GRAVEDAD Y TRATAMIENTO), heces con sangre (lea: SANGRE EN LAS FEZES Y HEMORRAGIA DIGESTIVA), anemia (lea: SINTOMAS DE LA ANEMIA), dolores abdominales, náuseas, vómitos, adelgazamiento y pérdida del apetito.

El bruxismo, que es el acto de trinquete o crujir los dientes, suele ser equivocadamente clasificado como una señal de la presencia de gusanos. Los niños con bruxismo son fácilmente etiquetados por familiares y conocidos como portadores de verminosis. La verdad, sin embargo, es que la verminosis hasta puede desencadenar un cuadro de bruxismo, pero en la inmensa mayoría de las veces, el motivo real es otro. Por lo tanto, la mayoría de las personas con verminosa no tienen bruxismo y la mayoría de las personas con el bruxismo no tienen verminosis.

El acto de comer tierra, pedazos de concreto, carbón, u otras sustancias no alimenticias, también es popularmente atribuido a la presencia de gusanos. En este caso, hasta hay un fondo de verdad. La presencia de anemia, principalmente en los niños, puede desencadenar comportamientos alimenticios extraños. Como algunos parásitos pueden causar anemia, éste es un hallazgo posible en las verminosis.

Examen Parasitológico de Heces - Diagnóstico de las verminosis

El diagnóstico de las parasitosis se realiza habitualmente a través del examen parasitológico de las heces.

No todas las muestras de heces contienen huevos o el propio parásito. Por lo tanto, para aumentar la sensibilidad del examen, se sugiere que se recogen de 3 a 6 muestras de heces, una en cada día o en días alternos. El laboratorio suele entregar recipientes que contienen conservante para la preservación de las heces.

El paciente debe evacuar en un pedazo de papel o plástico limpio. Se debe tener cuidado de no haber contacto de las heces con orina ni con materiales de limpieza del baño. Con ayuda de una pequeña cuchara o pala, generalmente suministrada junto con los débiles, una muestra de esas heces debe ser retirada y colocada dentro del recipiente con el material conservante. La muestra debe conservarse refrigerada (no congelar) hasta el día de la entrega al laboratorio.

Si los recipientes no contienen soluciones para la conservación de las heces, las mismas deben entregarse al laboratorio el mismo día. El tiempo de refrigeración no debe sobrepasar las 12 horas.

No es necesario estar en ayuno y no se debe usar laxantes para facilitar la evacuación.

Un solo resultado positivo del parasitológico de heces es suficiente para cerrar el diagnóstico. En cambio, para descartar verminosis se precisan al menos 3 muestras negativas de EPF.

En caso de examen positivo, corresponde al médico reconocer si el gusano encontrado es patogénico (capaz de causar enfermedad) o no. Como ya se ha explicado anteriormente, hay una lista grande de protozoos inofensivos, que no necesitan ser tratados.

Tratamiento para los gusanos (parásitos)

En la mayoría de los casos, el tratamiento de las parasitosis intestinal es simple, pero sólo debemos tratar los protozoos reconocidamente nocivos.

La clase de los Benzimidazoles (albendazol, mebendazol, tiabendazol) es activa contra la mayoría de los helmintos y contra algunos protozoos, por lo que estas drogas se prescriben a menudo en el empíricamente, sin la realización de un EPF, para los pacientes con síntomas muy sugestivos de gusanos.

El metronidazol es una buena opción contra los protozoos.

En realidad, la lista de drogas posibles para el tratamiento de las parásitos es inmensa, correspondiendo al médico evaluar cuál es el más indicado de acuerdo con el cuadro clínico y los resultados del parasitológico de heces.

Para saber más sobre las opciones de tratamiento de las verminosas, lea: 12 OPCIONES DE REMEDIOS PARA VERMES.


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