Los riñones son los principales órganos responsables de la filtración y eliminación de sustancias tóxicas que circulan en la sangre. Sin embargo, a pesar de ser uno de los principales responsables de la limpieza de la sangre, el propio riñón puede sufrir efectos adversos de algunas toxinas que depura. Entre estas sustancias se encuentran varios medicamentos utilizados frecuentemente en la práctica médica, que pueden causar lesión renal si se utilizan de manera inapropiada.
Damos el nombre de fármacos nefrotóxicos a todos los medicamentos que presentan un riesgo potencial de causar lesión en los riñones.
Además de la lesión directa de ciertas sustancias en los riñones, existe también un grupo de fármacos que son seguros en personas sanas, pero que se vuelven peligrosos en pacientes que ya presentan enfermedad previa en los riñones, haciendo que haya empeoramiento de la enfermedad renal.
En ese texto, vamos a hablar un poquito de las principales drogas nefrotóxicas, o sea, de los medicamentos que pueden hacer daño a los riñones.
ATENCIÓN: este texto no tiene como objetivo asustar a nadie, ni hacer propaganda contra medicamentos. El objetivo es mostrar cómo la automedicación puede ser peligrosa y traer perjuicios que las personas ni imaginan que puedan ocurrir.
Antes de seguir adelante, asista a ese corto vídeo de 3 minutos, producido por el equipo del MD.Salud, que explica de forma sencilla cómo saber si sus riñones pueden estar enfermos.
Cuando pensamos en medicamentos que hacen daño a los riñones, el primer ejemplo que viene a la mente son los antiinflamatorios no esteroides (AINES).
El principal efecto maléfico de los AINES es la reducción de la filtración renal, es decir, la capacidad de los riñones para filtrar la sangre.
Las personas que tienen riñones sanos hasta lograr tolerar esta reducción sin mayores complicaciones. El problema ocurre en aquellos que tienen insuficiencia renal (principalmente en fases avanzadas) y, por lo tanto, ya presentan la filtración renal disminuida de base.
Este grupo presenta un gran riesgo de fallo renal agudo y, a menudo, necesitan hemodiálisis de urgencia cuando toman anti-inflamatorios por su cuenta. El riesgo crece a partir del tercer día de uso.
El antiinflamatorio es, por lo tanto, una droga contraindicada en pacientes con insuficiencia renal.
Otra lesión relacionada con los antiinflamatorios es la nefritis intersticial, una especie de reacción alérgica localizada en el riñón. La nefritis intersticial puede ser causada por varias drogas además de los antiinflamatorios y se presenta principalmente como una insuficiencia renal aguda, con rápida elevación de la creatinina (USTED SABE QUÉ ES CREATININA?). En el caso de la nefritis intersticial de los antiinflamatorios presenta una característica especial que es la presencia concomitante de proteinuria y síndrome nefrótico (lea: PROTEINÚRIA, URINA ESPUMOSA Y SÍNDROME NEFRÓTICA).
Es bueno dejar claro que la nefritis intersticial no es una reacción común, sobre todo si tomamos en cuenta la cantidad de personas que toman anti-inflamatorios en el mundo.
Un tercer tipo de lesión, más inusual aún, es el inducido por uso crónico de anti-inflamatorios, incluso en personas normales. Parece que para las personas con riñones normales desarrollan lesión renal por el uso prolongado de AINES, se necesitan como mínimo 5000 comprimidos a lo largo de la vida. Esto equivale a 7 años de antiinflamatorios diarios en un régimen de 12/12 horas.
El AAS (aspirina) también es un antiinflamatorio y debe usarse con precaución en pacientes con enfermedades renales. Para más detalles, lea: ASPIRINA | AAS | Indicaciones y efectos colaterales
Para saber más sobre anti-inflamatorios, lea: ANTI-INFLAMATORIOS | ACCIÓN Y EFECTOS COLATERALES.
Los antibióticos también son causa de nefritis intersticial. A diferencia de la nefritis por los antiinflamatorios, en el caso de los antibióticos la proteinuria es pequeña, pero otros síntomas como fiebre y manchas rojas por el cuerpo asociado a insuficiencia renal aguda, ocurren con mayor frecuencia.
Varios antibióticos pueden causar nefritis intersticial, principalmente las penicilinas, rifampicina, ciprofloxacino y trimetoprim / sulfametoxazol (Bactrim®)
Algunos antibióticos son nefrotóxicos por naturaleza y deben ser evitados en pacientes renales crónicos. Los más comunes son:
- Aminoglucósidos: Gentamicina, Amicacina, Estreptomicina, Tobramicina y Neomicina.
- Anfotericina B.
- Pentamidina.
Leer más sobre antibióticos en: ANTIBIÓTICOS | Tipos, resistencia e indicaciones.
La lesión renal renal por el uso prolongado de analgésicos era muy común hasta la década de los 80, y cayó vertiginosamente después de la retirada de la Fenacetina del mercado. Hoy, las lesiones relacionadas con los analgésicos son causadas por el uso diario y prolongado (por meses o años) del Paracetamol (acetaminofeno), principalmente si está asociado al ácido acetilsalicílico (AAS) (lea: PARACETAMOL - Bula en Lenguaje Simple).
La dipirona (metamizol) es muy poco utilizada en varios países de Europa y Estados Unidos, por lo que hay pocos estudios sobre su toxicidad renal. Aparentemente, este analgésico es una opción segura para los pacientes con enfermedad renal (lee: Dipirona - Metamizol → Indicaciones, Efectos Colaterales y Peligros).
Los pacientes con insuficiencia renal deben evitar los contrastes radiológicos siempre que sea posible. Si el examen es imprescindible, se debe realizar una preparación del paciente para minimizar los efectos. Los principales exámenes que utilizan contrastes nefrotóxicos son:
Un estudio publicado en 2014 con 200 mil personas mayores de 64 años mostró que los pacientes ancianos que toman quetiapina, olanzapina o risperidona, un grupo de fármacos llamado antipsicóticos atípicos, presentaron un riesgo dos veces mayor de hospitalización por lesión aguda que los los pacientes de la misma edad que no toman ninguno de los tres medicamentos.
Hay cada vez más evidencia de que los inhibidores de la bomba de protones-IBP (omeprazol, esomeprazol, lanzoprazol, etc.) pueden causar lesión en los riñones si se usan de forma crónica. Es común encontrar pacientes que toman un IBP diariamente por varios meses o años, muchas veces sin necesidad. En la mayoría de los casos, medicamentos como el omeprazol se deben utilizar de forma puntual durante 4 a 6 semanas para el tratamiento de problemas gástricos. Se debe evitar el uso de los IBP por varios meses seguidos.
El fibratos (fenofibrato, genfibrozilo, ciprofibrato, etc.) son medicamentos utilizados en el tratamiento de la hipertrigliceridemia. En los pacientes con algún grado de disfunción renal, estos fármacos pueden causar agravación de la lesión renal y deben ser evitados.
Hay cada vez más informes sobre casos de lesión renal inducidos por las llamadas hierbas chinas tradicionales. Ya son más de 150 casos de personas que usaban esas hierbas para adelgazar y desarrollaron insuficiencia renal aguda con necesidad de hemodiálisis.
Pocos son los procedimientos médicos exentos de riesgos. La automedicación es peligrosa y es importante conocer los principales efectos colaterales para poder detectarlos precozmente. No es casualidad que la gran mayoría de los médicos pasa por una formación de al menos 10 años.
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