El paracetamol, también conocido como acetaminofeno, es un fármaco con propiedades analgésicas (que combate el dolor) y antipirético (que combate la fiebre), disponible en el mercado en tabletas, jarabe, gotas o supositorios.
Este medicamento es uno de los más indicados para el tratamiento del dolor o la fiebre, por ser barato, seguro y por tener una tasa muy baja de efectos secundarios, ya que, obviamente, se utiliza correctamente y dentro de las dosis recomendadas. Se puede utilizar en ancianos, adultos, embarazadas, niños y bebés.
El paracetamol no es un anti-inflamatorio. Por ser primariamente un analgésico con poca actividad anti-inflamatoria, es una opción bastante segura para los pacientes con problemas gástricos, cardiovasculares o renales. Por otro lado, esta falta de acción anti-inflamatoria hace que tenga poca eficacia en el tratamiento de las enfermedades que tienen mucha inflamación, como son los casos de la gota, de la artritis reumatoide o de la osteoartritis.
En este artículo vamos a hacer una revisión sobre el paracetamol, abordando sus indicaciones, nombres comerciales, dosis, efectos adversos e interacciones medicamentosas. Vamos a comentar también sobre el riesgo de intoxicación del hígado, que surge cuando el paciente utiliza dosis muy elevadas de ese fármaco.
Atención: este texto no pretende ser un prospecto del paracetamol. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un bulo y más útil a los pacientes que buscan información sobre ese popular analgésico.
En Brasil, Portugal y otros países, el paracetamol ya está disponible en forma de medicamentos genéricos. Esto no impide, sin embargo, que existan varias marcas comerciales de este medicamento. Vamos a enumerar a continuación algunas de las principales marcas disponibles en Brasil y Portugal.
El paracetamol también se encuentra frecuentemente en combinación con otros medicamentos, como la codeína, tramadol, codeína, diclofenaco, cafeína, fenilefrina y ácido acetilsalicílico. Antigripales, medicamentos anti-migraña y contra los cólicos menstruales o intestinales a menudo tienen paracetamol en su composición.
Las asociaciones más comunes son:
El paracetamol es un fármaco que tiene acción antipirética y analgésica, siendo, por lo tanto, una excelente opción para el tratamiento de las enfermedades que provocan fiebre y / o dolor, principalmente las de leve a moderada intensidad.
Como el paracetamol tiene un débil efecto anti-inflamatorio, su eficacia es inferior a los medicamentos antiinflamatorios en el tratamiento de las enfermedades de origen claramente inflamatorias, como son los casos de las artritis y otras enfermedades reumáticas. Esto no significa, sin embargo, que el paracetamol no pueda ser prescrito para el control del dolor en estos casos, principalmente si es leve a moderada intensidad.
Los estudios muestran que el paracetamol tiene buenos resultados en el control del dolor de origen traumático, odontológico y postoperatorio. El paracetamol también suele utilizarse para aliviar el dolor de cabeza, incluso en los casos de migraña, ya sea solo o en combinación con otros analgésicos.
El paracetamol también se utiliza a menudo en los cuadros de gripe o resfriado, ya sea aisladamente o en combinación con otros fármacos, sirviendo tanto para el control de la fiebre y los dolores en el cuerpo (lee: DIFERENCIAS ENTRE GRIPE Y RESFRIADO).
En resumen, las principales indicaciones del paracetamol son:
El paracetamol se puede comprar en forma de jarabe, gotas, supositorios o comprimidos. En general, las dosis se pueden administrar de 3 a 5 veces al día.
A continuación, vamos a describir la posología más indicada en cada una de las principales presentaciones.
Indicado para adultos y niños mayores de 12 años - dosis máxima diaria de 4000 mg.
* La tableta 1000 mg existe sólo en Portugal.
Peso → Dosis de 3 a 5 veces al día:
Indicado para bebés. Dosis máxima diaria de 75 mg / kg.
Indicado para niños. Dosis máxima diaria de 75 mg / kg.
Peso: Dosis:
Indicado para niños. Dosis máxima diaria de 75 mg / kg.
Indicado para niños y adultos.
Indicado para bebés, niños y adultos.
El paracetamol es un remedio bastante seguro y con una bajísima incidencia de efectos colaterales cuando se respeta la dosis máxima de 4000 mg al día. Las reacciones alérgicas graves ocurren en menos del 0, 01% de los pacientes.
Cuando se toma en las dosis recomendadas, el medicamento no provoca problemas en el estómago ni en los riñones, siendo una excelente alternativa para el control del dolor o de la fiebre en los pacientes que no pueden tomar anti-inflamatorios. Sin embargo, el consumo agudo de dosis excesivas de paracetamol puede provocar una insuficiencia renal aguda.
Si se respetan las dosis recomendadas, el paracetamol por vía oral (jarabe, gotas y comprimido) rara vez provoca efectos secundarios relevantes.
Algunos pacientes consumen dosis por encima de lo permitido de paracetamol de forma inadvertida. Esto ocurre principalmente cuando el paciente que ya está tomando el paracetamol para un cuadro de gripe resuelve tomar algún anti-gripal sin reparar que el mismo también contiene paracetamol en su fórmula.
El efecto adverso más conocido del paracetamol es la toxicidad hepática (lesión aguda del hígado), que puede ocurrir cuando hay una ingestión frecuente de dosis diarias mayores de 4000 mg (4 gramos) en adultos o mayores de 75 mg / kg en los niños.
Las dosis superiores a 12000 mg (12 gramos) o 250 mg / kg son peligrosas incluso puntualmente y casi siempre provocan una lesión en el hígado. El riesgo de intoxicación por paracetamol parece ser mayor en alcohólicos.
En caso de sobredosis, busque orientación médica. Las bulas del paracetamol suelen tener un número de teléfono para atención en caso de intoxicación por el medicamento.
Los principales síntomas de intoxicación aguda por el paracetamol son:
En caso de consumo exagerado del medicamento, el apoyo médico es fundamental para adultos y niños, incluso cuando el paciente aún no presenta los signos y síntomas de intoxicación.
La principal contraindicación al paracetamol es historia previa de reacción alérgica, situación que es rara. Incluso los individuos que tienen alergia a anti-inflamatorios, aspirina o dipirona (metamizol), generalmente suelen tolerar bien el paracetamol.
El medicamento debe usarse con precaución en las personas que tengan enfermedad hepática de origen alcohólico o en aquellos que consuman más de 3 dosis de bebidas alcohólicas al día.
Los pacientes con enfermedad hepática crónica controlada, no consumir alcohol, pueden tomar paracetamol, ya que no hay evidencia de un mayor riesgo de hepatotoxicidad en este grupo.
El paracetamol también se puede utilizar en pacientes con dengue, zika o fiebre chikungunya.
El paracetamol puede utilizarse durante el embarazo y durante la lactancia. El uso del medicamento en las dosis preconizadas no está asociado a un aumento del riesgo de malformaciones, aborto o parto prematuro.
Algunos medicamentos pueden aumentar el potencial de hepatotoxicidad del paracetamol, entre ellos carbamazepina, fenobarbital, fenitoína, isoniazida y rifampicina.
Algunos suplementos naturales a base de hierbas también pueden aumentar el riesgo de lesión del hígado cuando se consumen junto con el paracetamol.
El paracetamol no interfiere con la eficacia de la píldora anticonceptiva.
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